Buscan reformas para reducir la exclusión financiera en Costa Rica




Internacional 

 "Un reloj implacable marca el tiempo mientras los oportunistas 'turistas' de esta trama de extorsión y lavado de dinero huyen rápidamente de nuestro país. Después, no habrá espacio para lamentos", declaró recientemente el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunciando su estrategia de seguridad para perseguir a los prestamistas 'gota a gota', un modelo surgido en Sudamérica que ha sido una fuente de problemas para varios países de la región.

Costa Rica no es la excepción, y desde que asumió el cargo en mayo pasado, el Ministro de Seguridad, Mario Zamora, ha identificado estos préstamos como una amenaza.

El problema radica en las regulaciones locales sobre intereses, introducidas mediante la denominada "Ley de Usura", que excluyeron a miles de personas del sistema financiero formal, dejándolas vulnerables a otras vías.

Los críticos advirtieron que los excluidos seguirían necesitando crédito, y la única solución sería recurrir al sistema informal, donde las condiciones no están reguladas ni son claras.

En este contexto, surge un nuevo riesgo. En estos esquemas de préstamos, las condiciones no son seguras. No hay análisis de riesgo, no se evalúan los ingresos y, muchas veces, no se requieren fiadores ni trámites bancarios.

Los préstamos pueden ser de diferentes montos, desde pequeños lujos hasta insumos necesarios para el trabajo o incluso para comprar comida. Sin embargo, las "pequeñas cuotas" que se ofrecen vienen acompañadas de intereses extremadamente altos y métodos de cobro muy peculiares, que van desde la violencia física hasta amenazar a familiares o aplicar tácticas de violencia psicológica.

El Ministro Zamora señaló que estos nuevos esquemas de delincuencia generan miedo y esclavitud financiera en sectores de la población que no tienen acceso a préstamos regulados.

Este fenómeno del "gota a gota" no es reciente y ha evolucionado en toda la región desde que comenzó como una medida de blanqueo de dinero del narcotráfico colombiano en los años 90.

En Costa Rica, la "Ley de Usura" entró en vigencia en 2020, excluyendo a muchas personas del sistema financiero formal y llevándolas a buscar préstamos en el sistema informal. Los expertos advierten que esto ha generado riesgos y vulnerabilidad, ya que las formas de cobro de los prestamistas 'gota a gota' pueden poner en peligro la seguridad física de los deudores.

Diversos sectores, como mujeres jefas de hogar, personas no bancarizables por bajos ingresos o falta de historial crediticio, adultos mayores y jóvenes, han quedado expuestos a este tipo de préstamos menos seguros. 

La exclusión financiera se ha convertido en una preocupación importante, y algunos especialistas proponen reformas de ley para penalizar la "usura extorsiva". Aunque otros países también enfrentan este problema, la propuesta de Costa Rica sería una innovación en la región.

Expertos en seguridad y economistas coinciden en la necesidad de reformas para reducir la exclusión financiera y combatir este flagelo extendido en toda la región.

Fuente: El Observador

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