Internacional
Una semana después de que se declarara una ola de incendios
en la zona centro sur de Chile, el fuego está lejos de ser controlado y el
pronóstico de altas temperaturas, sequedad y vientos no mejora el panorama,
informaron este miércoles (08.02.2023) las autoridades.
Más de 5.600 brigadistas forestales y bomberos voluntarios,
que cuentan con la ayuda de contingentes de México, Colombia y España, trabajan
en la extinción de 89 de los 311 incendios que están activos, las peores cifras
desde el comienzo de la actual crisis.
"Estamos entrando en esta parte de la semana que es la
más compleja. Hoy, mañana y pasado tenemos una alerta por altas temperaturas en
varias regiones del país que ha movilizado un esfuerzo muy grande (...) para
evitar que los incendios se extiendan", dijo este miércoles la ministra
del Interior, Carolina Tohá.
"Si sube la temperatura y aumenta el viento
efectivamente podemos tener más problemas, y ya tenemos muchos incendios",
explicó el teniente coronel Carlos Javier Martín Traverso, al frente del
contingente militar español que llegó el domingo a Chile para colaborar con las
labores de extinción.
Las llamas han arrasado más de 309.000 hectáreas en las
regiones del Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía, una superficie equivalente a
un tercio del territorio de Puerto Rico.
El presidente chileno, Gabriel Boric, anunció la tarde del
miércoles que se impondrá el toque de queda en las tres regiones devastadas por
el fuego. Sin embargo, las zonas específicas, desde cuándo y los horarios de
esa medida serán definidos próximamente por los jefes militares de cada región.
Fuente: DW