Nacional
Al presentar este domingo su cuarto informe, el gobernador
emecista Enrique Alfaro -quien hace unos días describió a un estado donde la
inseguridad va quedando atrás-, debió escuchar a legisladores de oposición que
criticaron la falta de estrategia y la demagogia oficial de su gobierno en
temas como desapariciones de personas, feminicidios y tiroteos que se repiten
con cada vez más frecuencia en los espacios públicos de la ciudad.
Además, Alfaro fue increpado por Natalia Juárez, presidenta
estatal del PRD que estuvo como invitada a la ceremonia en el recinto del
Congreso del Estado, mientras a las afueras del edificio se manifestaron
trabajadores despedidos del Consejo de la Judicatura y familiares de personas
desaparecidas, a quienes no se les permitió el ingreso al inmueble.
Susana de la Rosa, del partido local Futuro, cuestionó la
decisión para designar al actual fiscal estatal Luis Joaquín Méndez (yerno del
anterior fiscal), de cómo se otorgó la titularidad de la Comisión Estatal de
Derechos Humanos a Luz del Carmen Godínez para evitar más recomendaciones en
contra y la minimización que Alfaro ha hecho de los sucesos violentos que sobre
todo en octubre han ocurrido en espacios públicos de la ciudad.
Mara Robles, del también partido local Hagamos, dijo que el
gobierno alfarista ha tenido “muchos recursos y pocos resultados”, amén de que
por ejemplo en feminicidios sólo reconoce el 6 por ciento de las “315 muertes
de mujeres de enero a agosto”. También le pidió aclarar en qué ha beneficiado
al sistema educativo estatal haber adquirido “la deuda pública más grande en la
historia de Jalisco” o por qué hay una simulación de división de poderes
públicos en el estado, cuando es evidente que todos están bajo el dominio del
Ejecutivo estatal.
También hubo algunos señalamientos mínimos por parte de los
diputados representantes de las bancadas de Morena, el PRI y Verde, pero en
general sus intervenciones fueron de reconocimiento al gobernante, tal como
mostraron en su turno los diputados de MC y el PAN, que no cesaron de gritar
“gobernador, gobernador” ante cualquier increpación.
“Ante las groserías seguiremos trabajando”, dijo Alfaro,
quien en los promocionales de su informe en televisión y redes sociales se hace
llamar por los actores como “pinche pelón”.
“Mi compromiso para atender a las mujeres va mucho más allá
de los gritos de una dirigente de un partido sin registro en Jalisco (PRD),
somos un proyecto de gobierno que entiende la desesperación de quienes no
pueden con votos ganarse la confianza de la gente”, se burló Alfaro ante los
constantes señalamientos de Natalia Juárez desde la zona de invitados.
También el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo
Villanueva, decidió abandonar el recinto legislativo a medio informe, luego que
consideró una burla que Alfaro dijera que así como este año no hubo recursos
para el Museo de Ciencias Ambientales de la UdeG, tampoco lo habrá el próximo.
“Seguir escuchando que Jalisco es Disneylandia con datos
que solo hablan de una parte de los fenómenos, no tiene caso. Me retiro del
informe porque no me parece que el gobernador tome a tono de burla ni con
sarcasmo un tema que para la universidad es vital que es el respeto a la
autonomía”, dijo Villanueva.
En términos generales el discurso del gobernador fue con
nula autocrítica, enumerando “logros” y señalando que con él “Jalisco tiene
rumbo con los avances y compromisos cumplidos en materia de infraestructura,
obra pública, salud, educación, movilidad, transporte público, agua, desarrollo
económico, deuda pública, cultura, deporte, campo, generación de empleos,
atracción de inversiones y ciencia y tecnología, entre otras áreas”.
“Por supuesto, que cuando impulsas procesos de cambio como
los que estamos viviendo en Jalisco, afectas los intereses y lastimas a grupos
de poder que pensaban que eran los dueños de Jalisco. Hoy este estado tiene
rumbo, porque hemos actuado con valentía y con responsabilidad y lo voy a hacer
hasta el último día de mi gobierno, de corazón gracias a todos, y que viva
Jalisco”, culminó el gobernante aplaudido con fervor por sus correligionarios.
Fuente: La Jornada