(Matices Políticos)
Por Valeria Marcial
La vuelta a la normalidad, se siente con el regreso a
clases presenciales en todos los niveles educativos y con ello la ligera
reactivación de la economía que durante algunos meses se contrajo.
Estas últimas semanas se han tornado complicadas en la
economía nacional ante el embate del incremento de los precios debido a la
inflación y la poca o nula estrategia del gobierno para estabilizar al país en
materia económica así como la alarmante violencia e inseguridad en varios
estados del país; pues ocupados están en las dadivas para mantener el voto de
los que reciben programas de asistencia social y garantizar la continuidad en
2024.
México está muy lejos de ser el país en desarrollo que
podía competir frente a las grandes potencias económicas para ser de los países
más atractivos para la inversión extranjera. Las y os mexicanos vivimos en
medio de una guerra entre bandas del crimen bien organizado que se mofa de la
Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional
y todas las policías del país, porque se ha cobijado y protegido a los
narcotraficantes desde el gobierno tanto federal, estatal como en las
administraciones municipales.
Este lunes 29 de agosto han vuelto a clases, cientos y
quizá miles de niños cuyos padres ya no se encuentran ya con vida o permanecen
en calidad de desaparecidos. Porque o fueron víctimas durante la pandemia por
COVID19 o fueron asesinados o desaparecidos por el crimen organizado.
Esos niños que hoy regresan a la escuela (los que corrieron
con mejor suerte) no crecerán en un ambiente familiar sano y hasta por llamarlo
así “normal”, crecerán con la tristeza, la ausencia y el dolor de jamás volver
a ver a su padre o madre al salir del colegio con la ilusión de platicarle como
estuvo su primer día de clases.
En el sistema educativo público no se cuenta con ayuda
psicológica especial en todos los planteles escolares; si no se cuenta en
algunos casos con pupitres y baños dignos, ya pedir la asistencia y apoyo de
personal capacitado para brindar apoyo psicológico a las y los niños, parece
una exageración.
Pero es el estado quien no ha garantizado seguridad y
también la asistencia en materia de salud. Es el estado que inmerso en
políticas públicas socialistas e interesado en la politiquería, ha dejado a la
deriva la seguridad y la salud, escudándose en las culpas al pasado.
Ya casi se cumplen los cuatro años de gobierno del
presidente Andrés Manuel López Obrador y aunque el discurso mediático sobre el
país es uno, la realidad de las y los mexicanos es otra. Pues este regreso a
clases, miles de escuelas no cuentan con las herramientas suficientes para
garantizarles a las y los niños la educación a la que todos por ley tienen
derecho en este país y peor aún, se ha echado a andar una nueva “estrategia
educativa” o modelo escolar en medio de la crisis educativa, sin previo
diagnóstico de la comunidad escolar.
En la actual administración que encabeza el presidente
Andrés Manuel López Obrador se redujo el recurso para investigación, se han
aplicado recortes a la educación y peor aún, en la construcción,
rehabilitación, restauración y mejoramientos de las escuelas, lo que más impera
es la corrupción y los moches, lo que disminuye la calidad de las obras. Sin
olvidar que la Secretaria de Educación saliente Delfina Gómez es acusada de
pedir moches para las campañas.
Nuestros niños y niñas regresan a clases, queda como
padres, reforzar la educación de nuestros hijos, acudiendo a mecanismos
alternativos para el mejoramiento del aprovechamiento escolar.
Lo más triste, indignante y preocupante son los miles de
niños que no volvieron a clases… porque murieron en medio de una balacera o
porque sus padres o tutores no cuentan con recursos económicos para llevarlos a
que estudien. La deserción escolar incrementó y no se puede ocultar.
Habrá que aplicarse y analizar si es verdaderamente
conveniente continuar el rumbo de la Cuarta Transformación o desacelerar la
locomotora de la 4T, la opción la tiene únicamente cada ciudadano con el poder
del voto en 2024.