Senado avala en fast track la Ley de Aguas de Sheinbaum en medio de protestas campesina
México
El Senado de la República dio luz verde, en fast track, a la nueva Ley de Aguas impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, apenas unas horas después de recibir el dictamen. Con la mayoría de Morena y sus aliados, la Cámara alta cerró el ciclo legislativo pese a la presión de organizaciones campesinas que, durante semanas, paralizaron carreteras, aduanas y cruces fronterizos en al menos 20 Estados para frenar la aprobación.
Los líderes agrarios calificaron la decisión como un golpe inesperado. Eráclio Rodríguez, representante del Frente Nacional para el Rescate del Campo, reprochó que las mesas de trabajo sostenidas con legisladores quedaran en “promesas rotas”, aunque reconoció que los ajustes de última hora introducidos en San Lázaro matizan algunos efectos adversos. Aun así, reclamó que quedaron fuera dos cláusulas clave negociadas con Morena para garantizar certeza al sector.
En el pleno del Senado, el debate siguió la misma línea que en la Cámara de Diputados. La oposición acusó al oficialismo de buscar control político sobre el recurso hídrico. El panista Ricardo Anaya cuestionó que el nuevo esquema de reasignación dependa exclusivamente de la autoridad federal. Desde el PRI, Paloma Sánchez aseguró que la reforma abre la puerta a la centralización total del manejo del agua y reduce la autonomía de los productores en un mercado ya de por sí desigual.
Morena respondió que la crítica carece de sustento y recordó que varios gobernadores opositores firmaron hace un año el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua, que ya contemplaba una renovación profunda del marco regulatorio.
Mientras tanto, las organizaciones del campo anunciaron que intensificarán sus protestas en las próximas horas. No descartan movilizarse el sábado, durante el acto público convocado por Sheinbaum y Morena en el Zócalo capitalino, un evento que podrían intentar bloquear como muestra de rechazo.
El eje más controvertido de la ley permanece intacto: la prohibición de transferir concesiones hídricas entre particulares. A partir de ahora, cualquier cambio deberá regresar al Estado para su eventual reasignación por parte de la Conagua. El Gobierno sostiene que esta medida busca frenar el mercado negro de permisos; los agricultores afirman que, sin derechos de agua transmisibles, sus tierras pierden valor y quedan expuestas a compras forzadas por grandes empresas.
Pese a los ajustes considerados “cosméticos” por el sector rural, el bloque mayoritario en el Senado desechó más de un centenar de reservas planteadas por todas las fuerzas políticas. Con la aprobación final, la Ley de Aguas quedó lista para su promulgación en el Diario Oficial de la Federación.
Fuente: El País

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