Guatemala: La Corte Suprema cierra el año sin presidente ante el bloqueo interno

Guatemala: La Corte Suprema cierra el año sin presidente ante el bloqueo interno

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La Corte Suprema de Justicia (CSJ) cerrará el año sin haber logrado un acuerdo para elegir a su próximo presidente, una vacante que permanece abierta desde el 13 de octubre de 2025, cuando concluyó la gestión del magistrado Teódulo Cifuentes. Ante la falta de consensos, la conducción del organismo quedó en manos del magistrado Carlos Rodimiro Lucero Paz, quien ejerce la vocalía I.

La elección del presidente requiere el respaldo de al menos nueve de los 13 magistrados titulares. No obstante, múltiples rondas de votación han fracasado. El intento más reciente, realizado el 8 de diciembre, volvió a quedar sin resultados, reflejando la fractura interna del pleno.

La situación podría prolongarse aún más. Tres magistrados fueron autorizados a viajar a Estados Unidos del 14 al 16 de diciembre, lo que imposibilitará la convocatoria a sesiones de pleno durante esos días. A ello se suma el precedente de noviembre, cuando la ausencia por vacaciones de otros tres togados —Gustavo Adolfo Morales Duarte, Clemen Vanessa Juárez Midence y Jenny Noemy Alvarado Teni— impidió avanzar en la votación. Luego se sumó la ausencia del expresidente Cifuentes.

La Corte de Constitucionalidad (CC) aclaró en 2017 que solo los magistrados titulares pueden participar en la elección de presidencia, eliminando la opción de recurrir a suplentes para destrabar el proceso.

Para analistas como Javier Monterroso, exsecretario del Ministerio Público, el problema es estructural: la Presidencia de la CSJ se renueva cada año, dificultando la continuidad de la gestión. “La figura del presidente quedó distorsionada. Debe ser quien impulse la modernización, pero el cambio anual es un obstáculo permanente”, afirmó.

La actual magistratura, electa para el periodo 2024-2029, inició sus funciones sin lograr consenso para nombrar a su presidente. Lucero Paz asumió de forma interina, pero renunció a buscar respaldo para oficializarse en el cargo. Desde entonces, el control interno ha estado marcado por bloques con agendas divergentes, algunos señalados por vínculos con actores políticos externos.

Monterroso recordó que en cortes de mayor estabilidad institucional se elige a un presidente para periodos amplios, lo que garantiza continuidad estratégica. La rotación anual, dijo, alimenta tensiones y frena reformas.

Un proceso clave en el horizonte

El vacío en la presidencia de la CSJ podría incidir en la conformación de la Comisión de Postulación que deberá integrarse en enero de 2026, cuando el Congreso convoque al proceso para elegir al próximo fiscal general ante el fin del segundo periodo de María Consuelo Porras.

El presidente de la CSJ encabeza esa postuladora y es responsable de activar las sesiones de trabajo. Aunque la falta de un titular podría generar cuestionamientos, Monterroso considera que no comprometería el proceso. Recordó que en 2010, durante una transición interna, la Comisión funcionó de forma regular pese a los cambios en la presidencia del órgano judicial.

Según el analista, los primeros pasos —definir el perfil del cargo, la tabla de gradación y recibir expedientes— pueden ser dirigidos por el presidente en funciones, garantizando operatividad aun en un escenario de interinato.

En el proceso más reciente, el Congreso convocó a la postuladora el 13 de enero de 2022. Todo apunta a que esta vez, la CSJ deberá resolver su crisis interna antes de enfrentar una de sus pruebas institucionales más sensibles.

Fuente: Prensa Libre

 

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