Congresistas demócratas acusan a Trump de presionar a Brasil y socavar su democracia
Más de cuarenta legisladores demócratas remitieron una carta al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que cuestionan lo que califican como intentos reiterados de interferir en la democracia de Brasil y de obstaculizar la rendición de cuentas del expresidente Jair Bolsonaro por los hechos de enero de 2023.
En el documento, los firmantes critican el uso de la amenaza arancelaria —en particular, gravámenes de hasta 50%— como herramienta de presión política. Sostienen que la Administración invocó de manera improcedente la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) al justificar los aranceles por un supuesto déficit comercial “insostenible”, pese a que Estados Unidos mantiene superávit con Brasil desde 2008.
La aplicación de la IEEPA está siendo revisada por el Tribunal Supremo estadounidense, que analiza la constitucionalidad de estas medidas. Un fallo adverso podría desarticular la estrategia comercial de la Casa Blanca.
Los congresistas señalan que la inclusión de Brasil y del presidente Luiz Inácio Lula da Silva entre los países amenazados con nuevos aranceles respondió a un objetivo político explícito: presionar al poder judicial brasileño en el proceso contra Bolsonaro por su implicación en el intento de golpe de Estado. El exmandatario fue condenado en septiembre a 27 años de prisión, mientras que el Senado brasileño aprobó esta semana un proyecto para reducir las penas a los condenados por golpismo.
La iniciativa de la carta fue encabezada por Adriano Espaillat (Nueva York) y Linda Sánchez (California), y cuenta con el respaldo de figuras relevantes del ala progresista demócrata, entre ellas Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Nydia Velázquez, Sarah McBride y Greg Casar.
El texto equipara el respaldo de Trump a Bolsonaro con sus propios intentos de eludir responsabilidades por el asalto al Capitolio del 6 de enero. Además, rechaza el argumento de que los aranceles buscaban proteger la “libertad de expresión” en Brasil, aludiendo a que el Tribunal Supremo brasileño avaló la legislación contra la desinformación y los discursos de odio. “Abrir una guerra comercial para dirimir asuntos no comerciales resulta injustificado y contraproducente”, subrayan.
Los legisladores también denuncian excepciones selectivas en los aranceles que, a su juicio, beneficiaron a empresas con vínculos estrechos con la Administración, como la cárnica brasileña JBS, importante donante político. Asimismo, critican el uso de la Ley Magnitsky para sancionar a magistrados del Supremo brasileño y a sus familias, al considerarlo un intento de presión indebida sobre un poder judicial independiente.
Según la carta, estas decisiones han debilitado el liderazgo de Estados Unidos en la región y han incentivado a Brasil a diversificar alianzas comerciales con países como México y Vietnam. En paralelo, advierten, China ha capitalizado la coyuntura para profundizar su relación con Brasil, incrementar la cooperación en el marco de los BRICS y aumentar sus importaciones de soja brasileña, desplazando a productores estadounidenses.
Trump y Lula mantuvieron su primer encuentro presencial en octubre, tras meses de gestiones diplomáticas para aliviar las tensiones comerciales. Volvieron a comunicarse a inicios de diciembre, en un contexto marcado por movimientos geopolíticos en el Caribe y por intentos de mediación regional impulsados por el mandatario brasileño.
Fuente: El País

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