Los demócratas apuestan por Virginia y Nueva Jersey para revertir su caída tras la era Trump


 Los demócratas apuestan por Virginia y Nueva Jersey para revertir su caída tras la era Trump

Estados Unidos

Tras un año de derrota electoral y crisis interna, el Partido Demócrata de Estados Unidos busca un punto de inflexión en los comicios de este martes en Virginia y Nueva Jersey. Las elecciones a gobernador en ambos estados, junto con la alcaldía de Nueva York, se han convertido en una prueba clave para medir la capacidad del partido de Joe Biden —ahora fuera de la Casa Blanca— de reorganizarse frente a un Donald Trump fortalecido.

El mensaje de los demócratas es claro: revertir el desánimo, recuperar terreno y enviar una señal política a Washington. Las candidatas Abigail Spanberger, en Virginia, y Mikie Sherrill, en Nueva Jersey, encarnan la apuesta del partido por un perfil moderado, pragmático y centrado en la economía, en contraste con el discurso progresista que perdió fuerza en 2024.

“Necesitamos demostrar que hay otra manera de hacer política, con responsabilidad y empatía”, afirmó Spanberger durante un mitin en Charlottesville, donde la acompañó el expresidente Barack Obama, figura que el partido ha vuelto a activar para movilizar a su base.

Dos batallas estratégicas

En Virginia, un estado tradicionalmente dividido, Spanberger —exagente de la CIA y excongresista— mantiene ventaja en las encuestas frente a la republicana Winsome Earle-Sears, actual vicegobernadora. La contienda se ha visto influida por los recortes federales impulsados por la administración Trump, que han afectado directamente a miles de empleados públicos y contratistas.

En Nueva Jersey, el panorama es más incierto. Mikie Sherrill, exoficial de la Marina y exlegisladora federal, enfrenta una reñida competencia contra el republicano Jack Ciattarelli, quien busca capitalizar el descontento económico y proyectar una imagen más cercana al electorado.

El factor Trump

Aunque las campañas se centran en los problemas locales, la figura del expresidente sigue pesando en ambos estados. “En Virginia, Trump es profundamente impopular, y eso podría favorecer a Spanberger”, explica Larry Sabato, director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Virginia. “En cambio, Nueva Jersey tiene una relación más ambigua con él; es un estado que, aunque vota demócrata, entiende su estilo y su narrativa.”

Según los analistas, más allá de los nombres, lo que está en juego es el rumbo del partido. Una doble victoria permitiría a los demócratas consolidar un modelo electoral centrado y moderado de cara a las legislativas de medio mandato de 2026. Una derrota, en cambio, prolongaría la crisis de liderazgo y empujaría al partido a redefinir su estrategia antes de las presidenciales de 2028.

“Este martes no solo se eligen dos gobernadores”, resume Sabato. “Se decidirá si el Partido Demócrata sigue siendo una fuerza nacional o si cede definitivamente el terreno político a Trump y al Partido Republicano.”

Fuente: El País

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