En un contexto nacional donde la confianza ciudadana hacia las autoridades locales se encuentra en permanente escrutinio, la figura de la ingeniera Diana Caiza, alcaldesa de Ambato, emerge como un referente de liderazgo disruptivo y transformación institucional. Reconocida recientemente por CB Consultora como la cuarta alcaldesa mejor valorada del Ecuador, con un 39,5 % de aprobación y apenas un 12,1 % de imagen negativa, Caiza representa una gestión que articula identidad, cercanía y firmeza.
Primera mujer indígena en ocupar el máximo cargo del Gobierno Autónomo Descentralizado de Ambato, su administración ha sido galardonada por instancias como ONU Mujeres y la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME) por su impulso a la gobernanza inclusiva, la equidad de género y la innovación pública. En esta entrevista exclusiva, Caiza reflexiona sobre los logros y desafíos de sus primeros dos años de gestión, el impacto de sus políticas territoriales, la complejidad del ejercicio de la gobernabilidad local y su visión sobre el legado que espera dejar en 2027. Una conversación que va más allá del cargo para adentrarse en una manera distinta —y profundamente humana— de hacer política.
En junio de 2025, CB Consultora posicionó a Diana Caiza como la cuarta alcaldesa mejor valorada del Ecuador, con una aprobación del 39,5 % y solo un 12,1 % de imagen negativa. ¿Qué aspectos de su gestión cree que han influido para situarse en este ranking, y cómo piensa fortalecer esa percepción positiva?
Me siento profundamente agradecida y honrada por este reconocimiento. Ser considerada la cuarta mejor alcaldesa del país no es un premio personal, es el reflejo del trabajo colectivo de un equipo comprometido y de una ciudadanía que ha confiado en una nueva forma de gobernar.
Este reconocimiento confirma que sí es posible liderar con humildad, con firmeza y con el corazón. Como mujer indígena, hija del pueblo Chibuleo, sé lo que significa abrirse paso en espacios donde históricamente no hemos sido escuchadas. Por eso este logro no me pertenece solo a mí, sino a todas las mujeres, comunidades y pueblos que han caminado conmigo.
Lo recibo con gratitud, pero también con responsabilidad. Porque todavía hay mucho por hacer. Y mientras una sola voz siga siendo ignorada, seguiremos trabajando por una Ambato justa, humana y diversa. Con acciones que den los resultados que espera la ciudadanía atendiendo cada sector olvidado y brindándole calidad de vida.
"Estamos haciendo historia, pero, sobre todo, estamos haciendo futuro."
Creo que lo que ha influido en este reconocimiento es lo que hemos hecho y cómo lo hemos hecho: con cercanía, con identidad y con decisión. Hemos salido de las oficinas para escuchar a la gente en los barrios, en las comunidades, en las ferias, en los mercados. Esa forma de gobernar —cara a cara, con empatía y con firmeza— ha marcado una diferencia.
Hemos impulsado obras necesarias, pero también hemos sembrado confianza. Apostamos por una gestión transparente, humana y participativa, que pone a las personas al centro. Por eso la gente siente que esta administración es distinta: porque les habla con verdad, porque camina con ellos y porque no olvida de dónde viene.
Para fortalecer esa percepción positiva, seguiremos profundizando los diálogos ciudadanos, rindiendo cuentas con honestidad y ejecutando proyectos que dignifican la vida. Gobernar bien es construir, es transformar y lo estamos logrando, paso a paso, junto al pueblo.
Siendo la primera mujer e indígena en la alcaldía de Ambato y reconocida por ONU Mujeres y los premios ‘Mujeres Colibrí’, ¿cómo ha promovido políticas municipales para la equidad de género y el empoderamiento de comunidades indígenas?
Ser la primera mujer indígena en la Alcaldía de Ambato se convierte en un hecho histórico, “Después de 202 años llegamos a los espacios de decisión. Hoy, a todas las mujeres les digo que no hay que tenerle miedo a nada ni nadie, hoy somos más fuertes que nunca”; es una responsabilidad profunda. Gobernar esta ciudad mestiza y diversa me ha llevado a construir puentes entre identidades, entre lo urbano y lo rural, entre lo tradicional y lo moderno.
Creamos la primera Unidad de Género e Interculturalidad en el GAD Municipalidad de Ambato, espacio técnico y político que articula acciones en favor de las mujeres rurales, urbanas, comerciantes, profesionales y también en defensa de los derechos de nuestras comunidades indígenas.
Las ferias agroecológicas que ahora florecen en nuestra ciudad son gestionadas en gran parte por lideresas rurales, mestizas e indígenas, impulsamos espacios de formación para jóvenes y mujeres en liderazgo, derechos, emprendimiento y nuevas tecnologías, rompiendo los ciclos de exclusión que históricamente han pesado sobre nuestras comunidades.
Los reconocimientos que he recibido, como el de ONU Mujeres y los premios Mujeres Colibrí, donde fui galardonada en la categoría: Mujer líder en Gobernanza ‘Defensora de los derechos interculturales y de las mujeres indígenas’, reflejan el trabajo colectivo de muchas mujeres que, como yo, venimos de la tierra, del esfuerzo y del corazón y destaca el compromiso que tenemos con la inclusión, la equidad y el fortalecimiento de la identidad cultural.
Estoy aquí para abrir caminos y demostrar que sí es posible gobernar con identidad, con ternura y con firmeza.
En 2024, Ambato fue reconocida por la AME por liderazgo en innovación pública y prácticas de gobierno abierto. ¿Qué iniciativas concretas implementaron y cuáles considera que tienen mayor potencial de replicabilidad en otras municipalidades?
En Ambato no hablamos de gobierno abierto como un concepto abstracto: hemos implementado herramientas concretas que ya están en funcionamiento y que están transformando la relación entre el municipio y la ciudadanía. Un ejemplo claro es nuestra plataforma digital de trámites, que opera actualmente y permite realizar procesos como revisión de planos, solicitud de licencias de construcción y pagos municipales de manera 100 % en línea. Esta herramienta ha reducido significativamente los tiempos de respuesta y ha transparentado el estado de cada trámite en tiempo real.
Además, hemos institucionalizado las asambleas en barrios y parroquias rurales, espacios presenciales y participativos donde escuchamos directamente a la comunidad, priorizamos obras y rendimos cuentas de forma clara y directa. Esta práctica se ha convertido en una política pública permanente, y es una muestra concreta de participación ciudadana efectiva.
Finalmente, Ambato cuenta con un Sistema Municipal de Datos Abiertos, en el que la ciudadanía puede consultar información sobre obras, presupuestos, contrataciones y catastros, entre otros. Este sistema, en constante mejora, ha sido valorado por su contribución a la transparencia activa y al control social informado.
Estas herramientas no solo existen: funcionan, están disponibles para la ciudadanía y han sido validadas por su impacto positivo. Por su bajo costo de implementación y alto valor democrático, considero que tienen un gran potencial de replicabilidad en otras municipalidades del país. Nuestra experiencia demuestra que cuando se gobierna con la gente y para la gente, los resultados se sienten en cada territorio.
Iniciativas como “Lunes de Atención y Acción” y un presupuesto participativo de USD 149 millones buscan fomentar la participación. ¿Qué mecanismos de fiscalización ciudadana ha podido consolidar y cuál ha sido su efecto en la gobernabilidad?
Porque esta ciudad no es solo una capital de la provincia. Es una cuna de historia, esfuerzo y orgullo. Cada obra es un acto de justicia. Cada acción, representa dignidad para nuestra gente. Somos una gestión de puertas abierta.
Nuestra responsabilidad no es solo administrar el presente, sino reivindicar esas deudas del pasado que los más humildes han cargado por generaciones, nuestra deuda es con ellos, porque ellos decidieron que estemos aquí en este momento.
Cada calle asfaltada, cada barrio atendido, cada voz escuchada, para nosotros es una forma de hacer justicia a quienes nunca tuvieron voz en los sectores olvidados de la historia de nuestra ciudad, es por ello que los mecanismos de control social que han permitido realizar la fiscalización ciudadana han sido el seguimiento personalmente en territorio de cada obra desde su inicio, recorrido y entrega ya que en cada uno de estos procesos se puede evidenciar la incidencia ciudadana directa en la ejecución de los proyectos lo que permite que exista gobernabilidad pues se cumple los proyectos en los tiempos adecuados, así como en las condiciones requeridas para la satisfacción de las comunidades y de la ciudadanía en general. ¨En eventos de encuentro ciudadano constatamos las obras, Juntos por Ambato¨.
Ambato participa en la Global de Ciudades ODS con ONU-Hábitat y el Pacto Global de alcaldes por el Clima. ¿Cómo integra estas plataformas en la ejecución de políticas ambientales locales y qué resultados ha alcanzado hasta ahora?
La planificación de desarrollo sostenible del cantón Ambato está alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, buscando un equilibrio entre los ejes: social, ambiental y económico de la ciudad.
Al ser parte del Pacto Mundial de Alcaldes por el Clima, así como de la Red de Ciudades ODS, asumimos con compromiso frente a los efectos del cambio climático, a través del impulso de un modelo de desarrollo bajo en carbono, por ejemplo: Plan maestro de gestión de infraestructura verde y arbolado urbano que tiene una visión de futuro al 2050, como una ciudad donde el 30% de su superficie esté cubierta por áreas verdes y arbolado. Gestión y recolección de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que evitan la contaminación de suelo agua y aire; además de recuperar metales pesados. Las Truequeferias que nacen como una propuesta comunitaria que busca rescatar estas costumbres de nuestra cultura, fomentando la economía circular, el consumo responsable y la cohesión social. Monitoreo de la calidad del aire que proporciona información en tiempo real, permitiendo identificar las zonas con mayor contaminación y aplicar medidas en beneficio del medio ambiente y la salud de los ambateños. Este avance representa un paso clave hacia un Ambato más saludable y sostenible, resultado de la colaboración la innovación y el compromiso con el bienestar del cantón.
Ambato fue pionero en aprobar su Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) y el Plan de Uso y Gestión del Suelo (PUGS) ¿Cuál ha sido el impacto de estas herramientas en el desarrollo urbano local y cómo garantizan una infraestructura más inclusiva y sostenible
Soy una mujer oriunda de la comunidad Chibuleo en la parroquia Juan Benigno Vela, comunidad rural que aún no cuenta con agua potable, alcantarillado ni vías de primer orden. “A los dos años perdí a mi padre y desde muy pequeña acompañaba a mi madre a vender legumbres. A los 18 años me convertí en madre y ahora tengo el enorme desafío de cambiar la historia de Ambato”, por ello ahora llegaré a todos los sectores de mi tierra.
La perspectiva del desarrollo tiene innumerables aristas, sin embargo, este es un momento histórico para Ambato, en el que hemos podido asentar los cimientos para la construcción de un cantón que cierre las brechas entre lo urbano y lo rural, que promueve un mundo de oportunidades para mejorar la calidad de vida de los ambateños y que mantiene la esencia de la identidad cultural que nos caracteriza y diferencia del resto de cantones del Ecuador.
El objetivo del presente es asegurar servicios municipales de altísima calidad, uso adecuado y diversificación del espacio público para apropiación del ciudadano, recuperación y restauración del patrimonio histórico
Del cantón, crecimiento urbano armónico y vertical, equilibrio en el desarrollo rural que garantice la soberanía alimentaria y la protección de los recursos naturales conforme al crecimiento del cantón.
En la Nueva Historia, Ambato será un cantón productivo, comercial, seguro y ordenado, con una calidad de ciudadanía que mantenga vivos y eternos los valores de la ambateñidad, mientras el campo logre el máximo de su esplendor viviendo con dignidad y justicia social.
En dos años su gestión ha beneficiado a más de 33 700 familias con obras comunitarias, 7 000 con servicios hídricos y 5 763 con mantenimiento vial. ¿Qué criterios guían la priorización de estas intervenciones y cómo involucra a la ciudadanía en la toma de decisiones?
Los organismos internacionales aseguran que los dos conflictos más grandes que enfrentan los gobiernos municipales son: la carencia de agua potable y la movilidad. No obstante, sabemos que pronto el agua será el bien más preciado de toda la humanidad.
Asumimos la alcaldía enfrentando una grave crisis de desabastecimiento de agua potable especialmente al norte de la ciudad y teníamos que tomar una difícil decisión, seguir con un contrato lesivo para los intereses de los ambateños o dar continuidad a una obra que siendo importante hubiera ocultado la ineficiencia, inoperancia y la negligente visión administrativa de intereses que todavía deben ser investigados por los órganos de control.
No me arrepentiré jamás de haber tomado una decisión ética y moral, porque si bien, todavía la zona norte enfrenta desabastecimiento de agua potable, este sacriftcio servirá para que en poco tiempo tengan el agua que necesitan y un proyecto saneado con el uso pulcro de los recursos de los ambateños.
Nuestra visión no solamente es este proyecto, va mucho más allá: Dotaremos de agua potable en cantidad y calidad para los próximos 35 años con mega proyectos que implican un trabajo conjunto para que el líquido vital no falte en cada una de nuestras casas.
Esto no lo he realizado sola, sino con un equipo de trabajo profesional y eficiente, con estudios apropiados que cumplan de manera efectiva el proceso, en el tema de servicios hídricos se toma en consideración aspectos como el cambio climático, la expansión urbana la protección de los páramos, la eficiencia del uso del recurso, en la toma de decisiones es muy importante involucrar a la ciudadanía ya qué depende del uso eficiente del agua, de la conciencia en el uso del recurso, para no desperdiciar el agua en épocas de estiaje.
Igualmente, por justicia social mejoraremos la calidad de agua en las zonas rurales, implementaremos proyectos productivos para reconocer al campesino y al indígena quienes son los guardianes de nuestros páramos y los responsables de cultivar y cosechar el agua que todos bebemos.
A través del Programa de Mantenimiento Vial, hemos intervenido las 27 parroquias rurales y urbanas de Ambato, con más de 2 millones de metros cuadrados de vías mejoradas, y una inversión de 12 millones de dólares. ¿Qué significa eso? Significa que hoy miles de familias ambateñas caminan mejor, se transportan con mayor seguridad y viven con más dignidad.
Hemos asfaltado caminos donde antes solo había polvo. Hemos recuperado vías, aceras y espacios que hoy conectan no solo barrios, sino también sueños. Porque cuando una niña puede llegar segura a su escuela, cuando un emprendedor puede transportar sus productos sin obstáculos, cuando una madre camina tranquila por su calle entonces la obra pública cumple su verdadero propósito.
El ranking dio cuenta, además, de que casi el 48,4 % de los ciudadanos aún desconocen su gestión. ¿Cómo planea mejorar la visibilidad de sus acciones territoriales y asegurar que su impacto llegue a toda la población del cantón?
Sabemos que una buena gestión no solo debe hacerse, también debe sentirse. Y si bien los indicadores muestran avances importantes, también nos revelan un desafío: aún hay un porcentaje de ciudadanos que no conoce en profundidad lo que estamos haciendo
Por eso, desde el inicio de esta administración hemos impulsado una política de puertas abiertas, a través de los mecanismos antes citados, nos convertimos en un referente de participación ciudadana a nivel nacional. Además, estamos fortaleciendo nuestras estrategias de comunicación tradicional y digital sin olvidar la comunitaria.
Reforzamos los canales participativos como las asambleas barriales, las visitas técnicas, los presupuestos participativos y los encuentros con líderes rurales y urbanos.
Hemos priorizado obras de vialidad, infraestructura urbana, agua potable, saneamiento, emprendimiento, inclusión y participación, con una inversión histórica en los sectores olvidados.
La visibilidad no es un fin, es una consecuencia. Y estoy convencida de que en esta nueva historia de Ambato, la gente verá, vivirá y reconocerá una gestión que no se queda en palabras, porque ya está transformando realidades. En esta nueva historia de Ambato, trabajamos juntos.
La relación con el Concejo Municipal ha sido compleja, con censuras y cuestionamientos desde el inicio. ¿Cómo ha manejado esas tensiones y qué aprendizajes extrae sobre gobernabilidad local?
Tuvimos que tomar decisiones firmes, para iniciar un proceso nuevo, que transforme vidas, juntando voluntades para empezar a darle rumbo a nuestra ciudad, hacia una nueva historia. Una nueva historia que no deje de lado a nadie, que dignifique vidas, que transforme realidades, pero sobre todas las cosas, una historia que se escriba con justicia, con amor por nuestra gente, por nuestra ciudad y con la firme convicción de que Ambato merece ser una ciudad donde todas y todos podamos vivir con orgullo, con respeto y con dignidad.
Ustedes han palpado de cerca esas decisiones que nos ha llevado a enfrentar cuestiones complejas de la política y los políticos, pero seguimos adelante, porque Ambato no se gobierna con miedo, se gobierna con valentía y unidad.
Sí, ha sido una relación compleja, y no lo evado. Pero en la historia de los cambios verdaderos, los cuestionamientos siempre llegan cuando una mujer —y más aún una mujer indígena— ocupa espacios que antes estuvieron cerrados.
He enfrentado esas tensiones con respeto institucional, pero también con mucha claridad y firmeza. No he llegado a esta Alcaldía a complacer intereses, sino a servir al pueblo. Por eso, más allá de las diferencias, he mantenido el diálogo abierto y he priorizado el bienestar de Ambato por encima de cualquier disputa política.
El mayor aprendizaje que obtengo hasta el momento es que gobernar requiere madurez democrática. Se puede disentir sin destruir. La gobernabilidad se construye todos los días, con transparencia, con resultados y con la capacidad de poner a la ciudad por delante nuestro. Y en eso, no voy a ceder: sigo firme, de pie, y con la convicción intacta de que estamos escribiendo una nueva historia para Ambato.
Tras dos años, ¿cuál considera que es el principal legado de su administración? ¿Qué de lo realizado le gustaría institucionalizar para garantizar una continuidad multisectorial más allá de su gestión hasta 2027? Y ¿cómo planea dejar bases que permitan una transición ordenada independientemente de los resultados electorales de 2027?
El principal legado a más de las obras físicas —que son importantes y están ahí, a la vista—, se dan en el cambio de conciencia que hemos sembrado. Hoy Ambato entiende que el poder también puede tener rostro de mujer, de pueblo, de identidad. Hemos demostrado que se puede gobernar con firmeza y con ternura, con eficiencia y con humanidad.
Hemos roto barreras históricas: una mujer indígena liderando una ciudad mestiza, construyendo puentes donde antes hubo muros. Y eso, más allá de lo político, es un legado cultural y simbólico que inspira a nuevas generaciones.
Si mañana dejara esta función, me iría con la paz de haber abierto un camino para que nadie más sienta que hay espacios imposibles. Ese es el legado más profundo: demostrar que sí se puede, y que los sueños se defienden trabajando con dignidad y con el corazón.
Uno de los pilares que más deseo institucionalizar es el enfoque integral de equidad de género e interculturalidad, que hemos logrado articular con diversas dependencias municipales y con la sociedad civil. Crear una política pública que no dependa de una sola gestión, sino que sea transversal y permanente, que garantice que las mujeres y las comunidades originarias sigan siendo protagonistas en el desarrollo de Ambato.
Anhelo que se consoliden los espacios de participación ciudadana, especialmente para la juventud y los sectores vulnerables, porque la gobernabilidad se fortalece cuando la voz de todas y todos está presente en la toma de decisiones.
Finalmente, la transparencia y la gestión cercana deben ser normas institucionales, no excepciones. Solo así aseguramos que el trabajo que hoy iniciamos tenga continuidad y que Ambato siga construyendo con unidad y justicia, más allá de gobiernos y colores políticos.
Para garantizar una transición ordenada, más allá de los resultados electorales de 2027, estamos construyendo bases sólidas en varios frentes. Primero, hemos fortalecido la institucionalidad municipal, con protocolos claros de entrega-recepción y una gestión documental transparente que facilita el traspaso de información y proyectos.
Además, hemos trabajado en la profesionalización del equipo técnico y administrativo, promoviendo capacidades que trasciendan cualquier administración. Esto asegura que el trabajo y los servicios públicos continúen sin interrupciones.
También hemos establecido espacios de diálogo con los distintos actores sociales y políticos de Ambato, para fomentar un ambiente de respeto y colaboración que permita que el desarrollo de la ciudad no dependa de un solo liderazgo, sino que sea un compromiso compartido.
En resumen, nuestra prioridad es que Ambato avance, con estabilidad y continuidad, porque el bienestar de la ciudad está por encima de cualquier interés personal o político.