México
El nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, órgano que sustituirá al Consejo de la Judicatura Federal, se perfila con mayoría de integrantes ligados política y profesionalmente al expresidente Andrés Manuel López Obrador y a la Cuarta Transformación (4T). De los cinco perfiles con mayor votación en el cómputo del Instituto Nacional Electoral (INE), al menos cuatro cuentan con antecedentes vinculados al obradorismo.
Las aspirantes que lideran la lista para conformar el nuevo pleno son Celia Maya, Verónica de Gyvés e Indira García. A ellas se suman Bernardo Bátiz y Rufino León, ambos con una trayectoria cercana a López Obrador desde que éste era jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.
Celia Maya, actual consejera jurídica del Ejecutivo federal y exmagistrada, fue candidata de Morena al gobierno de Querétaro en dos ocasiones. En 2018, fue propuesta por López Obrador como ministra de la Suprema Corte, aunque no logró la designación. Desde 2023 forma parte del Consejo de la Judicatura Federal.
Verónica de Gyvés, miembro del Consejo de la Judicatura desde 2019, también fue postulada en 2021 por el entonces presidente para ocupar un asiento en la Corte. Es prima del actual embajador en Venezuela, Leopoldo de Gyvés, figura cercana al oficialismo. A pesar de esto, ha declarado no considerarse “cercana” al exmandatario.
Bernardo Bátiz, de larga carrera en la izquierda mexicana y fundador del PRD, fue procurador capitalino durante el gobierno de López Obrador en la CDMX. Posteriormente, fue designado consejero jurídico del Poder Judicial en 2019. Su nombre ha sonado en múltiples ocasiones como candidato a la Corte.
Rufino León, por su parte, ha ocupado diversos cargos en gobiernos ligados a la 4T y al PRD. Fue designado en 2018 por López Obrador como titular del TFCA, y trabajó en áreas jurídicas durante su jefatura de Gobierno en la capital.
En contraste, Indira García, exauditora superior del estado de Colima, no presenta vínculos orgánicos con Morena a nivel nacional. Su carrera se ha desarrollado principalmente en órganos electorales y en gobiernos municipales emanados del PRD, aunque sin filiación comprobada con la actual administración federal.
La composición del tribunal, de acuerdo con la reforma judicial aprobada en 2023, contempla a tres mujeres y dos hombres. Además, el magistrado que obtenga el mayor número de votos encabezará la presidencia del órgano por un periodo de dos años. Hasta el momento, Celia Maya encabeza el conteo.
Según el artículo 100 constitucional reformado, la presidencia rotará bianualmente conforme a los resultados electorales de cada proceso de integración.
El Tribunal de Disciplina Judicial tendrá la responsabilidad de investigar y sancionar a jueces y magistrados por faltas administrativas, negligencia o violaciones a la ley. Los tres magistrados más votados ejercerán hasta 2033, mientras que los dos restantes concluirán su encargo en 2030.
La conformación del tribunal representa un giro institucional de alta relevancia en el sistema de pesos y contrapesos del Poder Judicial. Diversos analistas advierten que, con una mayoría de perfiles cercanos al proyecto político del expresidente López Obrador, la independencia judicial podría verse comprometida en los próximos años.
Perfil de los aspirantes destacados
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Celia Maya: doctora en Derecho por la Universidad Autónoma de Querétaro, candidata en múltiples ocasiones a cargos de elección popular por Morena y exconsejera jurídica del Ejecutivo.
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Verónica de Gyvés: jurista con maestría en Derecho, actual consejera de la Judicatura, con trayectoria en el Poder Judicial y parentesco con figuras diplomáticas del gobierno federal.
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Indira García: especialista en derecho electoral y fiscal, sin vínculos orgánicos probados con Morena, destaca por su discurso anticorrupción y de simplificación judicial.
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Bernardo Bátiz: veterano del derecho y la política, exprocurador y exdiputado, considerado uno de los juristas más cercanos a López Obrador.
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Rufino León: abogado con formación en derecho constitucional, ha ocupado cargos clave en la administración pública capitalina y federal.
El proceso de integración del nuevo tribunal marca el inicio de una nueva etapa para el sistema judicial mexicano, en la que el control disciplinario sobre jueces y magistrados será ejercido por una instancia con mayoría ideológica cercana al oficialismo.
Fuente: El Universal