La Asamblea Nacional del Ecuador aprobó este jueves una serie de reformas a la Ley Orgánica de la Función Electoral, conocida como Código de la Democracia, en una sesión marcada por negociaciones a puerta cerrada, divisiones internas y el resurgimiento de una alianza legislativa entre Revolución Ciudadana y Acción Democrática Nacional (ADN).
Con 125 votos a favor, el Pleno dio luz verde a una reforma que, entre otros puntos, modifica el método de asignación de escaños parlamentarios: se abandona el sistema de Webster para dar paso al método D’Hondt, más favorable a grandes bloques políticos.
La aprobación fue posible gracias a la convergencia entre el bloque oficialista, el correísmo y una fracción de Pachakutik alineada con el Ejecutivo. Los votos independientes estuvieron divididos, mientras que fuerzas como el Partido Social Cristiano (PSC) se opusieron, al advertir que la nueva fórmula excluye a las minorías y consolida el poder de los partidos hegemónicos.
Aunque se anunció un receso técnico de 30 minutos para ajustar el texto, la sesión se reanudó tres horas después, luego de intensas negociaciones entre ADN y representantes de Pachakutik. La tensión giró en torno a la modificación del sistema de asignación de escaños, un tema que despertó resistencias dentro de aliados tradicionales del gobierno.
Finalmente, la reforma al método D’Hondt se mantuvo, mientras que se descartaron propuestas como sancionar el uso de celulares en las urnas o permitir que funcionarios electos postulen a otros cargos sin renunciar previamente.
Durante el debate, la legisladora Rosa Torres (ADN), presidenta de la Comisión de Justicia y promotora del proyecto, defendió la reforma como un mecanismo para “depurar” el Registro de Organizaciones Políticas y eliminar partidos que no superen el 5% de votos válidos en elecciones.
“La reforma busca fortalecer la institucionalidad, acabar con estructuras ficticias y elevar el estándar del sistema electoral”, declaró. Asimismo, resaltó que se incluirá una unidad antilavado de activos que trabajará junto a la Unidad de Análisis Financiero (UAFE) en la fiscalización del financiamiento político.
Torres propuso dividir la votación en dos bloques para facilitar el consenso. Sin embargo, los artículos más polémicos —como el que buscaba flexibilizar la obligación de renuncia para quienes deseen postular a otro cargo— no alcanzaron respaldo. Ni ADN ni Revolución Ciudadana apoyaron esta parte del articulado y optaron por abstenerse, lo que obligó a suspender momentáneamente la votación y revisar nuevamente el texto.
Con esta reforma, el país se encamina hacia un nuevo escenario político-electoral en el que se busca consolidar grandes bloques legislativos, endurecer los controles sobre el financiamiento de campañas y depurar la proliferación de partidos sin representación efectiva.
Fuente: Primicias
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