Comienza la cumbre del G7 en Canadá en medio de tensiones globales


Canadá

Los líderes de las principales economías del mundo se dan cita desde este lunes en las Montañas Rocosas canadienses para una nueva edición de la cumbre del G7, marcada por la creciente tensión en Oriente Medio tras los recientes ataques entre Israel e Irán.

La localidad de Kananaskis, en la provincia de Alberta, acoge durante tres días a los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia y Japón. Este encuentro representa también el retorno a la escena internacional del presidente estadounidense Donald Trump, quien tras asumir su segundo mandato en enero ha impulsado una agenda exterior más agresiva y polémica.

A pesar de sus pasadas declaraciones despectivas hacia Canadá —llegando incluso a sugerir que el país se convierta en el estado número 51 de la Unión—, Trump aterrizó en suelo canadiense tras una etapa de distensión en las relaciones bilaterales. Esta mejora se produjo tras la llegada al poder en abril de Mark Carney, nuevo primer ministro canadiense, en reemplazo de Justin Trudeau, quien mantenía una tensa relación con el mandatario estadounidense.

Carney ha perfilado esta cumbre como una oportunidad para restaurar el diálogo entre los socios del G7 y promover un frente común ante desafíos globales. Entre los principales temas en la agenda figuran la guerra en Ucrania, las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y las políticas migratorias. No obstante, según fuentes diplomáticas, Canadá buscará un pronunciamiento conjunto del grupo que exhorte a la "desescalada" entre Israel e Irán, tras la ofensiva israelí lanzada el fin de semana para desmantelar el programa nuclear iraní.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, sostuvo encuentros previos a la apertura oficial con el canciller alemán Friedrich Merz y el primer ministro británico Keir Starmer. Con Merz, se acordó convocar una nueva cumbre intergubernamental entre Italia y Alemania en Roma a principios de 2026, además de reforzar la coordinación en temas clave de la agenda europea como la lucha contra la migración irregular y la competitividad económica.

Con Starmer, las conversaciones giraron en torno a la situación en Ucrania y Oriente Medio, así como la preparación para la próxima cumbre de la OTAN en La Haya. Ambos líderes reiteraron su alineación estratégica en cuestiones de seguridad y cooperación para frenar el tráfico de personas.

La cumbre del G7 se desarrolla en un clima internacional tenso, con el desafío de mantener la unidad del bloque frente a crisis simultáneas y redefinir su papel en un escenario global cada vez más complejo.

Fuente: DW

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Sufragio El Podcast