A pocas horas de que sectores ciudadanos salgan a las calles en apoyo a las reformas del Gobierno y en rechazo al archivo de la consulta popular, el presidente Gustavo Petro vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de revivir el proceso legislativo, argumentando un “vicio de forma” en la votación del Senado.
Según el mandatario, el Congreso habría incumplido el procedimiento estipulado en la Ley Quinta del reglamento legislativo, al no leer su solicitud de concepto previo ni el texto completo de las preguntas sometidas a votación. “Al no haberse leído, hoy no existe concepto previo. Esto constituye un vicio de forma que puede ser subsanado”, afirmó Petro, dejando claro que considera vigente el derecho a la consulta.
El jefe de Estado insistió en que el Gobierno ha contado con mayoría para impulsar esta iniciativa en la plenaria del Senado, pero apuntó directamente contra el senador Efraín Cepeda, asegurando que se ha negado a corregir el trámite por razones políticas. “Cepeda no lo hará porque sabe que siempre ha habido mayoría a favor de la consulta”, sostuvo.
En paralelo, el presidente cuestionó la decisión de algunos legisladores, al señalar que “ocho congresistas votaron un texto similar al aprobado en Cámara y siete votaron por el neoesclavismo”. Esta declaración encendió nuevas tensiones políticas.
Petro anticipa que las acciones de tutela presentadas por este caso terminarán en manos de la Corte Constitucional. Aunque reconoce que el proceso podría tomar varios meses, considera que el alto tribunal tendrá en sus manos “la oportunidad de restablecer un pilar de la Constitución de 1991: la democracia participativa y la soberanía popular”.
En este contexto, la tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo se intensifica. Desde la Casa de Nariño, aún no se remiten al Consejo de Estado las pruebas solicitadas sobre el caso, mientras que el ministro del Interior, Armando Benedetti, advirtió que el Senado tiene plazo hasta el 1 de junio para pronunciarse sobre el presunto vicio. De no hacerlo, advirtió, el Ejecutivo evaluará convocar la consulta mediante decreto presidencial.
Esta nueva escalada del Gobierno en defensa de la consulta popular mantiene abierto el pulso político, justo cuando la relación entre el Congreso y el Ejecutivo atraviesa uno de sus momentos más frágiles.
Fuente: Semana