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Miguel Ángel Ochoa, reconocido experto en comunicación política, compartió una reflexión fundamental durante su intervención en la Cumbre Mundial de Comunicación Política, en Punta Cana. En su discurso, Ochoa enfatizó que en el ámbito político no basta con lo que se dice, sino con lo que se inspira. A su juicio, el verdadero posicionamiento político va mucho más allá de un discurso bien estructurado o de un mensaje claro. Lo que realmente marca la diferencia es la capacidad de transmitir una emoción genuina que conecte con la audiencia.
Ochoa señaló que el posicionamiento político debe nacer de una estrategia en acción, que se construya con base en una ejecución efectiva y en la capacidad de generar empatía entre los líderes y sus seguidores. Es este componente emocional el que, según él, permite que una campaña política se transforme en un movimiento, capaz de movilizar a las personas no solo por un mensaje, sino por el sentimiento que se transmite a través de ese mensaje.
Para Ochoa, esta visión no solo es un principio de comunicación, sino un pilar esencial en la construcción de cualquier tipo de liderazgo. En su opinión, las estrategias políticas deben ser auténticas y deben lograr que las personas se identifiquen con los valores, la visión y el propósito de quienes las representan. Así, el impacto en la opinión pública será mucho más profundo y duradero.
Este enfoque recalca la importancia de integrar la emoción y la acción en las campañas políticas, elementos que deben ir de la mano para lograr un verdadero posicionamiento en el imaginario colectivo. Según Ochoa, solo a través de una estrategia coherente que se base tanto en la razón como en la emoción, los políticos podrán construir una relación sólida y auténtica con los ciudadanos.
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