El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, expresó su preocupación por el impacto que los recientes recortes presupuestales del Gobierno Nacional están generando sobre los programas sociales de la capital, especialmente aquellos enfocados en la primera infancia y la lucha contra la pobreza extrema. Según el mandatario, las decisiones del Ejecutivo están afectando “dramáticamente” a la ciudad.
La advertencia de Galán se dio tras la denuncia de la representante a la Cámara por Cambio Radical, Carolina Arbeláez, quien reveló una reducción de $30.000 millones en los recursos destinados al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para el funcionamiento de jardines infantiles cofinanciados en Bogotá. El recorte, explicó la congresista, implicó la terminación de convenios con la Secretaría Distrital de Integración Social, afectando el acceso a servicios de cuidado, nutrición y desarrollo para miles de menores.
“Esta decisión ha dejado sin atención a por lo menos 10.000 niños y niñas que ya eran beneficiarios del programa. Es una afectación directa al bienestar en una etapa crítica de sus vidas”, sostuvo Arbeláez.
En entrevista con La FM, Galán confirmó el alcance de la medida y aseguró que el Distrito cubrirá el déficit con recursos propios. No obstante, señaló que este ajuste obligará a replantear la expansión prevista de cobertura en jardines infantiles, que pretendía aumentar la capacidad de atención de 135.000 a 165.000 cupos este año: 22.000 a través de la Secretaría de Educación y 8.000 desde Integración Social.
“En lugar de crecer, tenemos que sostener lo que ya existe para evitar que miles de niños pierdan su atención. Lo que estaba planeado para ampliar cobertura ahora se usará para tapar el hueco que dejó el recorte del Gobierno Nacional”, explicó el alcalde.
El mandatario también se refirió al ajuste presupuestal del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), que recortó significativamente el componente alimentario del programa Renta Ciudadana, dejando sin apoyo a 43.000 familias en condición de pobreza extrema en la capital. De ese total, solo 10.000 podrán ser incluidas en programas de transferencias monetarias del Distrito, mientras que las restantes 33.000 serán reubicadas en otras iniciativas sociales locales.
Galán criticó duramente el enfoque del Gobierno Nacional, señalando que las prioridades de gasto y los recortes actuales están trasladando una carga financiera considerable a las administraciones territoriales.
“La situación fiscal de la Nación y las decisiones de qué recortar y qué priorizar están afectando dramáticamente a Bogotá. Como ciudad, nos ha tocado cubrir los vacíos, pero eso nos limita: podríamos llegar a más niños y más familias si contáramos con el respaldo presupuestal que antes existía”, declaró.
Ante la polémica, la directora del ICBF, Astrid Cáceres, defendió la redistribución de los $30.000 millones señalando que la decisión se tomó en conjunto con la Administración Distrital. Según Cáceres, Bogotá cuenta con la capacidad institucional y financiera para asumir parte de la atención a la primera infancia, por lo que los recursos se reasignaron a regiones históricamente desatendidas como Chocó, Cauca, Vichada y La Guajira.
“No quitamos cupos ni dejamos de atender niños en Bogotá. Solo disminuimos el porcentaje de cofinanciación para llegar a territorios que nunca habían recibido inversión en primera infancia”, indicó la funcionaria en su cuenta oficial de X.
A pesar de las explicaciones del Gobierno, el alcalde Galán reiteró su llamado a replantear las decisiones presupuestales desde una perspectiva territorial equilibrada y con criterios de corresponsabilidad, advirtiendo que los más perjudicados son los sectores más vulnerables de Bogotá.
Fuente: Infobae
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