El Banco Central de Nicaragua (BCN) anunció que, a partir del 1 de enero de 2025, todos los pagos realizados mediante tarjetas de crédito, débito y otras modalidades electrónicas, incluso aquellos expresados en monedas extranjeras, deberán liquidarse en la moneda oficial del país, el córdoba.
Asimismo, los comercios y agentes económicos estarán obligados a mostrar los precios de bienes y servicios en córdobas, utilizando su símbolo “C$”, como parte de las nuevas normativas adoptadas por el Consejo Directivo del BCN.
Según el comunicado oficial, estas disposiciones buscan garantizar el adecuado funcionamiento de los pagos internos y externos, reforzando la estabilidad monetaria del país.
Además, el Banco Central confirmó que, para 2025, se mantendrá en 0 % anual la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del córdoba frente al dólar estadounidense, fijando un tipo de cambio oficial de 36,6243 córdobas por dólar para todo el año.
Esta decisión forma parte de la estrategia cambiaria implementada en 2024, la cual estableció la tasa de devaluación en 0 %. Según la entidad, la medida responde a un contexto de estabilidad económica, baja inflación, y balance en las cuentas externas.
Sin embargo, expertos independientes advierten que esta política podría impactar negativamente a sectores como los trabajadores con salarios dolarizados, las familias que dependen de remesas, y los exportadores, mientras beneficia al Estado en términos de control financiero.
Desde 2004, Nicaragua aplicaba una tasa de deslizamiento del 5 % anual, la cual se redujo progresivamente hasta llegar al 0 % en 2023, marcando un cambio significativo en la política monetaria del país.
En abril de 2023, Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, destacó la necesidad de avanzar hacia un "mundo multipolar", señalando el fin de la "dictadura mundial del dólar". Ortega Murillo subrayó el fortalecimiento de alianzas con países como China, Rusia, Irán, India y las naciones árabes, alejándose del predominio estadounidense, europeo y canadiense.
El asesor presidencial en inversiones y cooperación internacional resaltó que varios países ya realizan transacciones sin recurrir al dólar, abriendo la puerta a una mayor integración de Nicaragua en estas dinámicas globales.
Con estas medidas, Nicaragua refuerza su intención de consolidar una autonomía financiera y profundizar su alineamiento con las economías emergentes del nuevo orden mundial.