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Colombia
En un panorama marcado por la incertidumbre en el sector energético, el presidente Gustavo Petro y Ecopetrol han presentado una solución clave para garantizar la estabilidad del suministro de gas natural en Colombia: una regasificadora propia que estará operativa a finales de 2025.
Durante el último trimestre de 2024, la caída histórica en el valor de las acciones de Ecopetrol y la falta de nuevos contratos de explotación y exportación de recursos fósiles generaron alarmas en el sector productivo y entre expertos. Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, advirtió sobre el insuficiente suministro de combustible para satisfacer la demanda nacional. A esta preocupación se sumaron gremios como Acolgen y Asoenergía, que alertaron sobre la falta de margen para mantener operativas las plantas generadoras de energía.
En este contexto, Ecopetrol anunció su plan de desarrollar una regasificadora que permitirá convertir gas natural licuado en gas listo para su distribución. Según la compañía, este proyecto estratégico reducirá la dependencia de importaciones, estabilizará los precios internos y contribuirá a la autosuficiencia energética del país. Además, se espera que impulse la generación de empleo y mejore el posicionamiento de Colombia en el mercado energético internacional.
El presidente Petro celebró la noticia a través de sus redes sociales, destacando que la nueva regasificadora permitirá evitar especulaciones con los precios del gas importado, un factor que, según él, ha sido responsable del alza en las tarifas de energía eléctrica en los últimos años. “La gracia de tener una regasificadora casi pública es que no se puede especular con el precio del gas importado”, afirmó en su cuenta de X (antes Twitter).
Por su parte, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, descartó una crisis de desabastecimiento en 2025, señalando que la compañía trabaja en ampliar la infraestructura y planificar posibles importaciones para responder a la demanda. Aunque reconoció que el panorama es mixto, enfatizó que las capacidades actuales de importación y los recursos disponibles serían suficientes para cubrir las necesidades del próximo año, excepto en casos puntuales como la demanda térmica.
El ministro de Minas, Andrés Camacho, también ofreció proyecciones tranquilizadoras, señalando que el déficit en el peor de los casos sería menor al 5% de la demanda nacional, mientras que en un escenario optimista podría haber un excedente. “No estamos hablando de ninguna crisis de gas”, afirmó, subrayando que el gobierno se mantiene comprometido con evitar cualquier tipo de racionamiento.
Con este anuncio, el gobierno busca no solo calmar las preocupaciones actuales, sino también consolidar una política energética de transición que garantice la seguridad del suministro y la estabilidad económica en el sector.
Fuente: Infobae
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