A pocas semanas de asumir como alcalde de Santiago, el exministro y diputado conservador Mario Desbordes (Los Andes, 1968) ya marca distancia con propuestas de “mano dura” como la del presidente salvadoreño Nayib Bukele. “Chile tiene otra realidad”, asegura.
Desbordes, quien derrotó por más de 20 puntos a la actual alcaldesa comunista Irací Hassler, atribuye su victoria al perfil “moderado y experimentado” que encarna. “Santiago no es una comuna para la derecha más dura”, señala desde su oficina en el barrio de Bellas Artes, donde lideró su campaña.
El veterano político, exministro de Defensa y exdiputado, describe su nuevo rol como uno de los mayores retos de su carrera, gobernando una comuna de 600,000 habitantes que no reelige a un alcalde desde 1996 y enfrenta altos niveles de criminalidad, deterioro urbano y desconfianza ciudadana.
“Hoy, el centro de Santiago se ha trasladado emocionalmente a Providencia”, lamenta Desbordes al describir una comuna marcada por suciedad, muros vandalizados y un comercio ambulante desbordado. La criminalidad es otro desafío urgente: en 2023, Santiago registró 66 homicidios, liderando el país con una tasa de 12,3 por cada 100,000 habitantes, el doble de la media nacional.
Aunque la gestión del alcalde electo tendrá que lidiar con crecientes llamados a adoptar medidas más estrictas, Desbordes descarta soluciones extremas como las de Bukele. Sin embargo, reconoce los avances logrados en El Salvador: “Hay que tener cuidado al criticar a Bukele sin estar en los zapatos de los salvadoreños”.
El nuevo alcalde propone un enfoque equilibrado: “Ni el populismo penal que pide tanques en cada esquina, ni el buenismo que victimiza a los delincuentes. Hay un término medio”, enfatiza.
Desbordes apuesta por la “Teoría de las ventanas rotas”, aplicada exitosamente en Nueva York en los años 90. Su plan incluye “limpiar, iluminar, pintar, instalar cámaras y recuperar la presencia del Estado” para que Santiago vuelva a ser un espacio seguro y acogedor para los ciudadanos.
En esta línea, el alcalde electo destaca la importancia de trabajar con todas las administraciones, incluso con un Gobierno ideológicamente opuesto como el de Gabriel Boric: “La ciudadanía está cansada de los políticos que solo pelean. Si perdemos su confianza, dejamos espacio para populistas y autoritarios”.
Desbordes, representante de la “derecha social” dentro de la coalición Chile Vamos, advierte contra la radicalización del sector ante el auge de la ultraderecha. Se inspira en figuras como Angela Merkel y defiende que “el centro político no puede perderse”.
“La verdadera disputa está contra el Frente Amplio y el Partido Comunista. Ahí es donde debemos dar la pelea cultural y política”, concluye.
Con su estilo conciliador y su enfoque en la reconstrucción de Santiago, Desbordes promete enfrentar los desafíos de la comuna con pragmatismo y un llamado a la unidad. Su mandato comenzará el próximo 6 de diciembre, en medio de altas expectativas y una ciudad que busca recuperar su brillo.
Fuente: SWI