Argentina
En un clima de intensa movilización política y social, la Cámara de Diputados de Argentina ha iniciado hoy el debate sobre el veto presidencial a la ley que regula los aumentos de las jubilaciones. Mientras tanto, las inmediaciones del Congreso están abarrotadas de manifestantes que rechazan la posible confirmación del veto de Javier Milei.
La sesión especial, presidida por Martín Menem y con la presencia de 131 diputados, ha sido marcada por la tensión entre el oficialismo y la oposición. El oficialismo, respaldado en parte por la Unión Cívica Radical (UCR), confía en tener los votos necesarios para ratificar el veto presidencial a la reforma de la Ley de Movilidad Jubilatoria, previamente aprobada por ambas cámaras del Congreso.
El proyecto en debate, que recibió un amplio apoyo con 160 votos en Diputados y 61 en el Senado, proponía una fórmula de actualización mensual de las jubilaciones basada en la inflación y la variación salarial, además de un ajuste extraordinario del 8,1% para compensar la inflación de enero. Sin embargo, el presidente Milei vetó la iniciativa el 2 de septiembre, alegando que violaba el marco jurídico vigente al no considerar su impacto fiscal ni especificar su fuente de financiamiento.
Para revertir el veto presidencial, se requiere el apoyo de al menos dos tercios de los votos en ambas cámaras del Congreso, un desafío significativo dado que el oficialismo tiene una mayoría reducida.
Paralelamente al debate legislativo, las calles de Buenos Aires son escenario de una significativa protesta. Jubilados, sindicatos y movimientos sociales se han congregado frente al Congreso para expresar su rechazo al veto de Milei. La protesta, realizada en la Plaza Congreso, cuenta con la participación de la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores, el Frente Sindical, la Corriente Federal de la CGT y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).
Los organizadores han convocado a una movilización multisectorial, instando a todos los sectores de la sociedad a unirse en la resistencia contra las políticas de ajuste y privatización implementadas por el presidente Milei. "Esperamos una manifestación multitudinaria que represente un fuerte acto de resistencia", indicaron. También han anticipado un "diciembre muy caldeado" en el que la sociedad debatirá sobre cómo revertir las políticas actuales y avanzar hacia un modelo que priorice la justicia social, el trabajo, la soberanía y la democracia.
En respuesta a la magnitud de las protestas, el Ministerio de Seguridad ha anunciado un "operativo especial" de las fuerzas federales, previniendo una jornada de alta tensión en la capital argentina.
Diversas agrupaciones de jubilados, gremios de la CGT, la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Argentina y otros movimientos sociales han salido a las calles para oponerse al veto presidencial. En un comunicado conjunto, estas organizaciones han subrayado que "no podemos permitir que el presidente continúe transfiriendo las riquezas de nuestra nación para beneficiar a los grandes grupos económicos".
El comunicado también denuncia la violencia contra los jubilados que han protestado pacíficamente. "Es necesario un gran odio hacia nuestro pueblo para llevar a cabo tanta represión como la que se está viendo contra nuestros mayores, quienes además sufren la reducción de sus haberes y la falta de medicamentos", se lee en el texto.
Las organizaciones han afirmado que los jubilados no están solos y que continuarán luchando hasta lograr que quienes dedicaron su vida al trabajo puedan contar con un ingreso digno para vivir.
Fuente: EFE