El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, planteó la posibilidad de que la ciudad se abastezca con agua subterránea, en medio de la crisis de racionamiento que afecta a los capitalinos desde el 11 de abril. Esta situación ha obligado a implementar estrictas medidas para conservar el agua de los embalses del sistema Chingaza, los cuales no han recuperado sus niveles debido a la escasez de lluvias y el retraso del fenómeno de La Niña.
El mandatario explicó que, ante la persistencia de la crisis y la ineficacia del racionamiento, se están explorando alternativas adicionales, entre ellas, el uso de agua subterránea. “Estamos evaluando opciones para usar agua subterránea como fuente de abastecimiento. Ya hemos informado de otras alternativas en curso, pero esta es una posibilidad que estamos estudiando con seriedad”, afirmó Galán.
La ciudad ha recibido el apoyo de expertos internacionales, incluyendo una delegación del Banco Mundial que colaboró en la gestión de la crisis hídrica de Ciudad del Cabo. Galán subrayó que el problema de Bogotá no es aislado, ya que afecta a un tercio de las ciudades del mundo con más de un millón de habitantes, lo que pone en riesgo a mil millones de personas a nivel global.
Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia reveló que bajo el subsuelo de Bogotá se encuentran más de 60.000 millones de metros cúbicos de agua, cantidad suficiente para abastecer a la capital por más de 500 años. Según el hidrogeólogo César Rodríguez, quien lideró la investigación, esta agua se encuentra a un kilómetro de profundidad y podría extraerse mediante 15 pozos en el sector occidental de la ciudad, con un costo estimado de 250.000 millones de pesos.
Rodríguez señaló que, aunque los estudios fueron realizados en 1976, siguen siendo válidos. “La geología del subsuelo no ha cambiado, por lo que esa agua sigue almacenada y disponible para extraer”, comentó en una entrevista. Además, la gerente del Acueducto de Bogotá mencionó que se está buscando financiación internacional para llevar a cabo este proyecto.
La implementación de este plan podría convertir a Bogotá en un caso similar al de Ciudad de México, una urbe que extrae grandes cantidades de agua subterránea para garantizar el suministro a sus más de 22 millones de habitantes.
Fuente: Infobae