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Por Christian Olalde
Andrés Manuel López Obrador está a punto de terminar su mandato, y con él se cierra un capítulo que ha dejado una marca profunda en la política mexicana. Su gobierno ha estado lleno de discursos incendiarios contra la élite y de una agenda enfocada en la austeridad y en programas sociales que han hecho ruido. Ahora, todos los reflectores están sobre Claudia Sheinbaum, la elegida para continuar con la famosa “Cuarta Transformación” (4T). Pero, ¿qué nos espera con ella al frente?
El legado controversial de AMLO
Desde que AMLO llegó al poder, ha generado opiniones divididas. Para muchos, ha sido el presidente que por fin puso a los más desfavorecidos en el centro del debate, con programas sociales que han beneficiado a millones y una lucha frontal contra la corrupción que hizo eco entre quienes se sentían olvidados por los gobiernos anteriores. Pero, por otro lado, hay quienes lo ven como un líder autoritario, que ha centralizado el poder y se ha enfrentado con las instituciones que se atreven a cuestionarlo. Las broncas con el Poder Judicial, su manejo de los medios y algunas de sus políticas, que algunos ven como populistas, han generado preocupaciones sobre la estabilidad democrática del país.
En este escenario, el legado de AMLO no solo se medirá por lo que hizo, sino también por lo que logren sus sucesores sin caer en los excesos que tanto temen sus detractores. Y aquí es donde entra Claudia Sheinbaum.
Claudia Sheinbaum: ¿Más de lo mismo o algo nuevo dentro de la 4T?
Durante su tiempo al frente de la Ciudad de México, Sheinbaum se ha mantenido fiel a los principios de la 4T: austeridad, programas sociales y un enfoque en la justicia social. Sin embargo, ahora se enfrenta al reto de diferenciarse de AMLO, mientras mantiene el apoyo de la base que Morena ha construido en estos años, con AMLO como el gran líder y creador del movimiento.
Con Morena dominando la Cámara de Diputados y a solo tres escaños de tener mayoría en el Senado, Sheinbaum tiene la oportunidad de aprovechar los logros de AMLO y de corregir algunas de las críticas más fuertes que ha recibido su administración. Su perfil más técnico y académico podría atraer a aquellos sectores que han sido críticos del estilo de AMLO, especialmente aquellos que buscan una forma de gobernar más institucional y menos centrada en una sola persona.
El gran reto de Sheinbaum será encontrar el equilibrio entre continuar con el proyecto de AMLO y la necesidad de innovar, adaptando las políticas a las nuevas realidades del país. También será crucial ver si puede tender puentes con aquellos sectores que han estado en desacuerdo con la administración actual.
¿Cambio dentro de la continuidad?
Con el fin del mandato de AMLO, y con una aprobación que supera el 70%, se cierra un capítulo importante en México, pero también se abre otro bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum. La gran pregunta es si ella podrá encontrar el equilibrio entre seguir con la 4T y la necesidad de hacer cambios y correcciones para enfrentar los retos que vienen, tanto a nivel nacional como internacional.
Si Sheinbaum logra superar estos desafíos, no solo consolidará el legado de AMLO, sino que podría darle un nuevo sentido para una nueva generación de mexicanos.
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