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Claudia Sheinbaum aseguró que no intervendrá para influir en la elección del nuevo dirigente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, subrayando la importancia de mantener la separación entre el Gobierno y el partido. En una conferencia de prensa posterior a un encuentro privado con la Conferencia Internacional Monetaria en el Hotel Presidente, la próxima mandataria de México destacó la necesidad de que Morena analice su rumbo futuro, no solo en términos de liderazgo ejecutivo, sino también en sus objetivos a largo plazo.
Al emular la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde 2018 solicitó licencia de sus funciones partidarias al asumir la Presidencia, Sheinbaum destacó la importancia de abrir un período de reflexión sobre el camino que debe tomar Morena en los próximos años. Aunque López Obrador propuso reglas para los aspirantes presidenciales de Morena en 2023, señalando posibles roles como coordinadores de diputados, senadores o secretarios de Estado para quienes no obtuvieran la candidatura presidencial, ha afirmado que su participación activa en política terminará con el fin de su mandato, programado para el 1 de octubre.
Sheinbaum también comentó sobre las aspiraciones de Luisa María Alcalde, actual secretaria de Gobernación, para presidir Morena, elogiando su trayectoria pero enfatizando que la decisión final recae en el partido. En cuanto a la sucesión de Mario Delgado, actual líder nacional de Morena, anunciado recientemente como próximo secretario de Educación, solo Luisa María Alcalde y Citlalli Hernández, actual secretaria general, han sido mencionadas como posibles candidatas a la presidencia del partido, que desde su fundación en 2011 ha sido dirigido también por López Obrador y Yeidckol Polevnsky.
Fuente: El Financiero
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