Xóchitl Gálvez promete desmilitarizar la infraestructura en su Plan de Gobierno

 

México

La candidata presidencial de la coalición PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, anunció que de ser electa, su gobierno desmilitarizará la ejecución de obras públicas como parte de un proyecto integral de infraestructura sostenible en aspectos sociales, ambientales, económicos e institucionales.

Durante la presentación de su Plan de Infraestructura ante empresarios del sector en el Centro Asturiano de México, Gálvez prometió transferir la responsabilidad de las obras de infraestructura a manos civiles, tanto en la ejecución como en la operación, eliminando así la participación de las fuerzas armadas en este ámbito.

La candidata criticó el nivel de inversión actual en infraestructura, señalando que durante el sexenio actual se invirtió alrededor de un 30% menos en comparación con gobiernos anteriores, cuando se destinaba aproximadamente un 4% del PIB a este fin.

"Las carreteras y los aeropuertos, como el de la Ciudad de México, están en condiciones precarias debido a esta falta de inversión", expresó Gálvez.

Además, destacó que el Banco Mundial recomienda destinar al menos el 4.5% del PIB a la infraestructura, cifra que está muy por encima de lo que actualmente se está invirtiendo en México. Según Gálvez, la inversión en infraestructura en la administración actual representa solo una décima parte de la inversión realizada por países como Belice y Bolivia, y un 70% menos que el promedio invertido en América Latina.

Desde su perspectiva, mejorar la calidad, el acceso, la eficiencia y la cobertura de las decisiones en materia de infraestructura es fundamental para garantizar el tránsito seguro de personas y bienes, impulsar el crecimiento económico, integrar al país y promover la prosperidad de las familias.

Finalmente, la candidata ofreció impulsar inversiones en infraestructura hídrica, hidráulica, energética renovable y ferroviaria como parte de su compromiso con el desarrollo sostenible y la modernización del país.

Fuente: El Economista




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