Estados Unidos
En un momento crítico en la guerra entre Rusia y Ucrania, los republicanos del Congreso condicionaron la aprobación del paquete de asistencia militar de emergencia a Kiev a cambio de un endurecimiento de la política de Estados Unidos en la frontera con México, incluido eliminar los fondos para el procesamiento de solicitantes de asilo y restringir permisos humanitarios.
Biden ha dicho, por su parte, que está dispuesto a realizar algunos cambios “significativos”, con tal que los republicanos aprueben el paquete pero de inmediato el grupo más progresista de los demócratas se ha revelado y ha advertido que bloqueará cualquier acercamiento.
Organizaciones de defensa de los inmigrantes denunciaron las exigencias de los republicanos como un intento de resucitar por la vía administrativa las mismas acciones de la era Trump que precipitaron un caos en la frontera sur, con políticas como la separación de niños que cruzaban de forma ilegal y el polémico programa Quédate en México.
“Los inmigrantes no son peones políticos y no deberían ser retenidos como rescate por ayuda a Ucrania. El Congreso debe oponerse firmemente a los esfuerzos de mala fe para crear políticas de inmigración crueles e ineficaces”, advirtió Gloria Cruz, directora de Políticas y Defensa de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes.
La exigencia republicana para endurecer las políticas en la frontera con México a cambio de votar por la ayuda a Ucrania tiene como referente la iniciativa de ley HR 5283, que plantea prohibir fondos federales para albergues temporales para migrantes.
Al mismo tiempo, desean expandir los requisitos para el otorgamiento del proceso de “parole” a los migrantes indocumentados, es decir, los permisos de entrada condicional humanitaria.
Los conservadores argumentan que el sistema es objeto de abuso y ha permitido que cientos de miles de migrantes se burlen del sistema.
Casi 300 mil migrantes, la mayoría de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, han sido aceptados por EU y otros 300 mil, que han llegado a la frontera con México y han hecho citas bajo la aplicación CBP One, pueden potencialmente ser aceptados en el país.
Otros cambios que se consideran son restablecer una nueva versión del Título 42, expandir los centros de detención y montar un programa de deportaciones expeditas, según el senador demócrata Bob Menéndez.
“Es el colmo del absurdo que la administración Biden esté proponiendo, con cara seria, cambios insensibles e inhumanos a nuestro sistema de inmigración que el presidente (Donald) Trump solo podría haber soñado lograr”, deploró.
Aunque inicialmente la Casa Blanca expresó su rechazo a la HR 5283, por considerar que restringiría la capacidad del gobierno para llevar a cabo sus funciones en donde se construyen los albergues temporales para migrantes, Biden sugirió que está dispuesto a hacer cambios “significativos” si eso permite desatorar el voto de la ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán por 106 mil millones de dólares.
Estoy dispuesto a hacer “compromisos significativos” en la frontera, dijo Biden.
Sin embargo, la sugerencia del presidente fue rechazada por legisladores demócratas pertenecientes a sus sectores progresistas, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
“Aprovecharse de un paquete de gastos para tratar de promulgar estos cambios políticos permanentes que no están conectados (con Ucrania), crea un precedente peligroso y arriesga la asistencia a nuestros socios internacionales”, advirtió un grupo de 10 senadores demócratas, cuyo voto es clave para la aprobación del paquete de ayuda.
Biden ha encontrado también oposición en el caucus (bancada) hispana de la Cámara de Representantes, cuyos miembros provienen mayoritariamente de distritos colindantes con México.
A pesar de la disposición de Biden a hacer “compromisos significativos”, la negociación se encuentra estancada con solo media docena de días legislativos hábiles pendientes, por lo que se aleja la posibilidad que este año se apruebe el paquete de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán no será aprobada este año.
Fuente: Milenio
