Argentina se prepara para las Elecciones Primarias en medio de crisis económica

 



Argentina

Redacción Sufragio

La anticipación y la ansiedad se ciernen sobre la economía argentina en vísperas de las elecciones primarias, conocidas como PASO. A medida que el país se acerca al momento en que las candidaturas para las elecciones del 22 de octubre serán confirmadas, el Instituto Nacional de Estadística se prepara para revelar el índice de inflación de julio, una cifra que, aunque relevante, parecerá secundaria en comparación con el impacto que se espera en los mercados en el período postelectoral.

El Gobierno dirigido por el peronista Alberto Fernández se encuentra en un estado de preparación para lo que se ha denominado un "lunes negro", independientemente del resultado de las elecciones. Se ha implementado una medida audaz al importar dólares en efectivo para asegurar la liquidez en los bancos, ante el temor de que los ciudadanos puedan optar por retirar masivamente sus ahorros en caso de que los resultados electorales no estén a la altura de las expectativas.

Los últimos días han sido testigos de una tensión cambiaria extrema en una economía que ya se encuentra en un estado de terapia intensiva. El ministro de Economía y precandidato del peronismo, Sergio Massa, ha implementado una serie de medidas para intentar estabilizar la devaluación del peso y frenar la constante fuga de dólares. Entre estas medidas se incluyen nuevos impuestos a las importaciones, ajustes en los tipos de cambio controlados por el Banco Central y la obtención de préstamos extraordinarios de entidades como Qatar y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Sin embargo, estas medidas no han logrado evitar el aumento de la cotización del dólar en el mercado informal, donde ha experimentado un incremento en una semana, pasando de 596 a 605 pesos. La brecha entre el dólar informal, conocido como "dólar blue", y el oficial al que solo tienen acceso los importadores en cantidades limitadas, se ha ampliado hasta un asombroso 110,5%.

No es la primera vez que Argentina enfrenta elecciones en medio de una agitación cambiaria. La experiencia previa en las primarias de agosto de 2019 dejó claro que el kirchnerismo estaba regresando al poder, lo que provocó un lunes negro en el que el peso se devaluó en un 25% frente al dólar y la bolsa del país sufrió un desplome del 37%. En esta ocasión, se observa una incertidumbre similar sobre el resultado de las elecciones y su impacto en la economía.

La capacidad del Gobierno para manejar esta situación crítica está directamente relacionada con las reservas internacionales del Banco Central, que se encuentran en niveles mínimos y que influyen en la cotización oficial del dólar. Recientemente, se informó sobre la llegada de camiones blindados cargados de dólares procedentes de Estados Unidos, destinados a reforzar el sistema financiero ante la posibilidad de una avalancha de retiros de depósitos.

El panorama se complica aún más por la necesidad de un desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte de Argentina, que está condicionado a la reducción del déficit fiscal y al mantenimiento de reservas internacionales netas por un monto específico. Estas condiciones son cruciales para la revisión del acuerdo con el FMI en noviembre, una fecha que parece distante en un país que enfrenta desafíos económicos diarios.

La economía argentina se encuentra en un estado de expectación y preocupación mientras se acerca a las elecciones primarias. Las medidas implementadas por el Gobierno para estabilizar la situación no han sido totalmente efectivas, y la incertidumbre sobre el resultado electoral y sus consecuencias económicas sigue siendo una preocupación constante. Con las reservas internacionales y las condiciones del acuerdo con el FMI en juego, Argentina se enfrenta a un futuro incierto en un contexto económico ya delicado.

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