Recomendación: “Argentina, 1985”, el juicio a las juntas militares

 


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El juicio a las juntas militares, hito de la democracia argentina, llega a la pantalla con Argentina, 1985, dirigida por Santiago Mitre. La película narra cómo un equipo de abogados, liderado por el fiscal Julio Strassera (Ricardo Darín) y su adjunto Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani), se enfrenta a los acusados de crímenes durante la dictadura militar en Argentina, que dejó a su paso a 30.000 personas muertas y desaparecidas, como recopila el Gobierno argentino.

Basada en hechos reales de la democracia argentina, a juicio de los expertos consultados por Newtral, es bastante fiel a lo que ocurrió en el país durante 1985, dos años después de las primeras elecciones democráticas en el país tras la dictadura militar. ¿Pero cuál es el contexto concreto en el que se produce el juicio a las juntas? Lo analizamos en este Fact-Fiction.

En qué contexto se produce el juicio a las juntas

Argentina vivió bajo una dictadura militar entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, como indica la página web del propio Gobierno nacional. Apenas días después de las primeras elecciones, en las que venció Raúl Alfonsín, de Unión Cívica Radical (UCR), este dictó un decreto que ordenaba enjuiciar a los integrantes de la Junta Militar ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).

De esa forma, Alfonsín inició el proceso de reparación a las víctimas, ya que, según explica Guillermo Mira Delli-Zotti, profesor de Historia de América de la Universidad de Salamanca (USAL), no había pactado la amnistía de los militares, al contrario de lo que estos habían previsto con antelación a la victoria del miembro de la UCR mediante una declaración de autoamnistía.

El decreto aprobado por el Ejecutivo de Alfonsín permitió iniciar el camino hacia el juicio a las juntas en el momento en el que las Fuerzas Armadas “se negaron a juzgar ellas mismas a los responsables de la represión ilegal”, según indica un artículo del Gobierno. Así, como recogía la norma, la sentencia del tribunal militar pasó a ser apelada ante la Cámara Federal, proceso que lideró el fiscal Strassera.

Qué fue el juicio a las juntas de 1985 en Argentina

La Sala II de la Cámara Federal argentina acogió las audiencias del juicio a las juntas desde abril a octubre de 1985, como recoge el capítulo El juicio a las juntas: los excomandantes en el banquillo, publicado por la Secretaría de Derechos Humanos.

De acuerdo con este documento, el proceso judicial acumuló unos 830 testigos y cerca de 540 horas de audiencias. En ellas, se probó “que los agentes de la represión ilegal habían montado centros clandestinos de detención, habían secuestrado y torturado a miles de personas y habían asesinado a otras tantas, cuyos restos habían sido ocultados mediante los ‘vuelos de la muerte’ [consistentes en arrojar personas al mar desde un avión], incineraciones o enterramientos en fosas comunes”.

Con base en todos los testimonios allí emitidos, parte de los cuales se puede ver en Argentina, 1985, en diciembre de ese mismo año los jueces Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Arslanián, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés D’Alessio confirmaron “la existencia de un plan criminal y sistemático”.

Finalmente, condenaron a dos acusados a cadena perpetua (Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera) y a otros tres, a prisión (Roberto Eduardo Viola fue condenado a 17 años; Armando Lambruschini, a ocho; y Orlando Ramón Agosti a cuatro años y seis meses). Los cuatro restantes (Omar Domingo Rubens Graffigna, Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo) fueron absueltos.

Quién fue Julio Strassera y cuál es su papel en la película

En el juicio, la acusación fue llevada a cabo por el fiscal Julio Strassera y por su adjunto Luis Moreno Ocampo, quienes, junto a su equipo, presentaron un total de 282 casos ante el tribunal. Según el libro de la Secretaría de Derechos Humanos en Argentina, a lo largo de 1985 los fiscales “imputaron 5.395 cargos penales en total a los acusados, para que respondieran por ellos individualmente”.

Como también muestra Argentina, 1985, el objetivo de los abogados era mostrar “el carácter sistemático” de un plan de aniquilación de quienes se levantaban frente a la dictadura, los subversivos.

En la película, se habla tanto de los efectos del juicio en la vida privada de Strassera como de su peso en él, sobre todo con el alegato final de la Fiscalía y su cierre: “Quiero renunciar a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: nunca más”.

1985 marca la historia de la Argentina actual

A juicio de Mira, este evento es “el más importante” de la historia reciente de Argentina. De hecho, Manuela Bergerot, especialista en políticas públicas de memoria con investigaciones entre Argentina y España, lo considera “un hito condicional para que el año que viene se vayan a cumplir 40 años seguidos de democracia” en el país argentino.

Según Bergerot, este juicio expuesto en Argentina, 1985, y en particular el testimonio que en él ofreció Adriana Calvo de Laborde, quien, embarazada, fue secuestrada y torturada, además de ser obligada a dar a luz en un coche policial con las manos atadas a la espalda, sirvió para que el pueblo argentino “tomara conciencia de la brutalidad de aquella dictadura”.

El proceso del juicio a las juntas permitió que el país iniciara el proceso de superación del “trauma” de la dictadura, para lo que la experta subraya que “la reparación tiene que ser a nivel colectivo”. “La memoria nos ayuda a desmitificar y dejar de creer que los procesos son lineales y las victorias, para siempre”, opina.

Fuente: Newtral

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