Washington activa su plan secreto para un Venezuela post-Maduro

Washington activa su plan secreto para un Venezuela post-Maduro

Estados Unidos

La Casa Blanca mantiene bajo estricta reserva una serie de planes sobre cómo responder si Nicolás Maduro abandona el poder en Venezuela, ya sea por una salida pactada o forzada. De acuerdo con altos funcionarios consultados, el equipo de Donald Trump trabaja desde hace meses en un esquema de contingencia que ordena escenarios, riesgos y rutas de intervención política, económica y de seguridad en caso de un quiebre en Caracas.

La preparación se desarrolla mientras Estados Unidos sostiene una campaña de presión que incluye despliegues militares en el Caribe, la movilización de un grupo de ataque de portaaviones y amenazas directas del presidente estadounidense contra el mandatario venezolano. Oficialmente, Washington justifica estas acciones como parte de la ofensiva contra el narcotráfico, pero las discusiones internas confirman que la Casa Blanca evalúa un cambio de régimen.

Fuentes con conocimiento de las deliberaciones aseguran que Trump aún no define el camino final. Dentro de la administración existen posiciones encontradas sobre operaciones militares, intervenciones encubiertas o negociaciones. Pese a la retórica de escalada, dos altos funcionarios enfatizan que no hay interés en un despliegue masivo de tropas.

En una llamada reciente, Trump exigió a Maduro considerar su salida y advirtió que continuará presionando con medidas militares y sanciones. La planificación del Consejo de Seguridad Nacional mantiene abiertas todas las opciones y se realiza bajo supervisión directa de asesores influyentes como Stephen Miller, en coordinación con el secretario de Estado y asesor interino de seguridad nacional, Marco Rubio.

La oposición venezolana pone sobre la mesa sus propios planes

La oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González ha desarrollado durante años sus propios marcos de transición: planes de “100 horas” y “100 días”, que abarcan seguridad interna, recuperación económica, energía, infraestructura y gobernabilidad. Estos documentos han sido compartidos informalmente con sectores del gobierno estadounidense, aunque no está claro qué elementos han sido incorporados a la estrategia de Washington.

Estados Unidos reconoce a González como “presidente legítimo” tras los comicios disputados del año pasado. Fuentes en Washington señalan que el nombre de Machado y González figura como posible fórmula de gobierno en un escenario de transición inmediata, algo que la propia Machado ha respaldado públicamente al prometer una relación estrecha con EE. UU.

El desafío: evitar un vacío de poder

El diseño del “día después” contempla preguntas críticas: qué tipo de asistencia requeriría Venezuela para evitar un colapso institucional, qué nivel de apoyo económico y de seguridad tendría que aportar Estados Unidos, y cómo se gestionaría el reconocimiento internacional de un nuevo gobierno, sobre todo si este incluye figuras del chavismo.

Expertos consultados advierten que la falta de un plan robusto podría repetir errores del pasado. El analista Mark Cancian, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, recordó el precedente de Irak en 2003 y subrayó que una transición sin hoja de ruta podría conducir a una crisis prolongada.

El economista Francisco Rodríguez advierte que la legitimidad del gobierno post-Maduro será el factor clave para destrabar sanciones y fondos internacionales: un gobierno plenamente opositor tendría reconocimiento inmediato; una coalición de transición requeriría un proceso más complejo.

Sin señales de una negociación real

Pese al intercambio con sectores opositores, no existen reuniones formales de alto nivel y no hay consenso dentro de la administración Trump sobre respaldar un plan de gobernabilidad diseñado por la oposición. Funcionarios sostienen que Maduro ya agotó la vía negociada tras incumplir múltiples acuerdos en la última década.

David Smolansky, asesor de Machado y González, subraya que la oposición coincide con Washington en la necesidad de frenar la influencia de Cuba, Irán, Rusia y China en la región. Sobre los planes de Washington, se limita a señalar que cualquier coordinación será clave para garantizar estabilidad en el país.

Fuente: CNN

 

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