Milei juega a todo o nada en el Congreso con el Presupuesto y la reforma laboral
Argentina
El Gobierno de Javier Milei inicia una de las semanas más sensibles de su gestión, con dos frentes legislativos de alto impacto político y económico que pondrán a prueba su capacidad de negociación y control parlamentario. El oficialismo buscará avanzar, casi en simultáneo, con la aprobación del Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados y con el dictamen de la reforma laboral en el Senado.
En Diputados, el Presupuesto aparece como la prioridad estratégica de la Casa Rosada. El proyecto fija las bases fiscales y macroeconómicas del próximo año y concentra los ejes centrales del programa libertario: equilibrio fiscal, recorte del gasto público y una redefinición del esquema de transferencias a las provincias. Para lograr una media sanción rápida, el Ejecutivo apuesta al respaldo de gobernadores aliados, con quienes intensificó contactos en las últimas semanas.
En ese marco, el ministro del Interior, Diego Santilli, encabezó una ronda de reuniones con mandatarios provinciales y recorrió distritos clave con un objetivo concreto: garantizar los votos necesarios para aprobar el Presupuesto antes de fin de año y enviar una señal de previsibilidad a los mercados.
El escenario es más complejo en el Senado, donde la reforma laboral se perfila como el principal foco de conflicto. El proyecto de “modernización laboral” enfrenta una oposición dura que rechaza un tratamiento exprés y cuestiona tanto el contenido como el procedimiento legislativo. La magnitud de los cambios propuestos, el calendario ajustado y la presión sindical elevan la tensión política.
La estrategia oficial quedó bajo la órbita de Patricia Bullrich, encargada de ordenar el debate y acelerar un dictamen que permita avanzar antes del receso. Sin embargo, el peronismo ya anticipó una táctica de bloqueo y dilación: cuestionamientos de constitucionalidad por el ingreso del proyecto por el Senado —al incluir modificaciones impositivas— y una batería de pedidos para convocar a decenas de expositores en comisión.
La presión también se trasladará a la calle. La CGT convocó a una movilización a Plaza de Mayo, mientras que ATE anunció un paro nacional, configurando un escenario de protesta social que acompaña el debate legislativo.
Con un Congreso fragmentado, negociaciones abiertas con las provincias y un clima social tenso, el resultado de esta semana será determinante. Si el Gobierno logra avanzar con ambas iniciativas, Milei consolidará su liderazgo parlamentario. Si no, quedarán expuestas las debilidades políticas del oficialismo en el tramo final del año.
Fuente: Urgente 24

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