Trump autoriza operaciones encubiertas de la CIA contra Venezuela

Estados Unidos

El gobierno de Donald Trump autorizó secretamente a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a llevar a cabo acciones encubiertas en Venezuela, intensificando la campaña de presión contra el líder autoritario Nicolás Maduro, según reportaron funcionarios estadounidenses.

Esta autorización, conocida en la jerga de inteligencia como un "hallazgo presidencial" (presidential finding), es el paso más reciente en la estrategia para expulsar a Maduro del poder. El documento clasificado permitiría a la CIA realizar operaciones letales y una variedad de acciones en Venezuela o el Caribe, de forma unilateral o en apoyo de una operación militar más amplia.

El presidente Trump confirmó la acción encubierta el miércoles, horas después de que la noticia fuera reportada por primera vez. Además, indicó que Estados Unidos está evaluando la posibilidad de lanzar ataques dentro del territorio venezolano.

"Sin duda, ahora estamos considerando el territorio terrestre, porque tenemos el mar muy bien controlado", declaró el presidente a la prensa.

Esta posible acción constituiría una escalada significativa en las tensiones, especialmente tras varias semanas en las que el ejército estadounidense ha atacado embarcaciones frente a la costa venezolana, que, según Washington, transportaban drogas. La magnitud del despliegue militar en la región caribeña es considerable, con 10.000 soldados, ocho buques de guerra de superficie y un submarino en la zona.

El Contexto de la Decisión y la Evaluación de Inteligencia

La autorización encubierta surge después de que Trump ordenara el fin de las conversaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro. La estrategia ha sido desarrollada, en parte, por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el director de la CIA, John Ratcliffe, cuyo objetivo es el cambio de régimen.

Al justificar la decisión, el presidente Trump mencionó supuestos vínculos entre el gobierno de Maduro y la banda criminal conocida como el Tren de Aragua, afirmando que Venezuela había "vaciado sus cárceles en los Estados Unidos de América". No obstante, una evaluación de la comunidad de inteligencia realizada en febrero contradijo la afirmación de que la banda estuviera bajo el control del gobierno de Maduro, aunque el FBI mantuvo una discrepancia parcial.

Funcionarios estadounidenses han sido enfáticos, en privado, sobre la meta final de la campaña: la remoción de Maduro. Por su parte, la Casa Blanca y la CIA declinaron hacer comentarios sobre las nuevas autorizaciones.

Fuente: New York Times