Tras 14 días de bloqueos en carreteras y enfrentamientos con fuerzas de seguridad, los sectores vinculados al expresidente boliviano Evo Morales anunciaron este domingo una suspensión temporal de sus movilizaciones. La medida busca abrir paso a lo que califican como una investigación internacional “exhaustiva, transparente e independiente” sobre el operativo militar y policial desplegado por el gobierno de Luis Arce.
En un comunicado, los organizadores de las protestas señalaron que continuarán ejerciendo “otras formas de presión” hasta lograr la renuncia del actual gobierno, al que responsabilizan por la violencia registrada durante las movilizaciones.
Los bloqueos, iniciados para exigir la habilitación de Morales como candidato presidencial en las elecciones del próximo 17 de agosto, también denunciaban la escasez de dólares y combustibles que afecta a varias regiones del país.
La escalada de tensión dejó al menos cinco muertos en menos de una semana. Tres policías perdieron la vida por heridas de bala en las cercanías de Llallagua, Potosí, mientras intentaban ingresar a la zona bloqueada. Otro agente falleció en Cochabamba tras ser capturado por manifestantes que, según versiones oficiales, le colocaron un artefacto explosivo. Además, se reportó la muerte de un civil que manipuló mal un explosivo, y la de un joven universitario acusado de ser informante policial y agredido hasta fallecer.
Desde su programa radial, Evo Morales afirmó que los hechos en Llallagua fueron “una puesta en escena” del gobierno de Arce para desacreditar al movimiento campesino. También denunció, sin pruebas concretas, que hubo más muertos entre los manifestantes cuya situación no ha sido informada oficialmente.
Pese a las protestas, el Tribunal Constitucional de Bolivia ratificó recientemente que la reelección solo puede realizarse una vez de manera continua, lo que inhabilita a Morales, quien ya gobernó el país en tres mandatos consecutivos entre 2006 y 2019.
El exmandatario, que en 2023 rompió formalmente con el Movimiento al Socialismo (MAS), mantiene un abierto enfrentamiento con el presidente Arce desde hace más de tres años, en medio de pugnas por el control del partido y la candidatura presidencial.
Fuente: DW