La humanidad contempla por primera vez el polo sur del Sol gracias a la misión Solar Orbiter

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Por primera vez en la historia, científicos han logrado obtener imágenes directas del polo sur del Sol, gracias a la innovadora órbita inclinada de la misión Solar Orbiter, una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA.

Este avance sin precedentes fue posible porque la sonda, lanzada en 2020, logró escapar del plano eclíptico —el mismo en el que orbitan la Tierra y el resto de los planetas— para ofrecer una perspectiva completamente nueva del astro rey. Hasta ahora, todas las imágenes solares se habían tomado desde la línea del ecuador del Sol, limitando el conocimiento sobre sus regiones polares.

"Estamos viendo por primera vez lo que jamás habíamos podido observar: el polo solar", declaró la profesora Carole Mundell, directora científica de la ESA. “El Sol, que nos da vida, también puede alterar gravemente nuestros sistemas energéticos. Por ello, entender su dinámica es fundamental para anticipar su comportamiento”.

Las imágenes fueron tomadas el 23 de marzo, cuando la nave logró posicionarse a 17 grados por debajo del ecuador solar. Aunque ese ángulo ya permitió observar el polo sur con claridad, se prevé que la órbita de Solar Orbiter se incline aún más en los próximos años, prometiendo vistas todavía más reveladoras.

La ESA compartió un video comparando la perspectiva de la nave (en amarillo) con la de la Tierra (en gris), ilustrando claramente la ventaja del nuevo ángulo de observación.

Tres instrumentos científicos abordo de la sonda captaron las imágenes: el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI), el Extreme Ultraviolet Imager, y el Spectral Imaging of the Coronal Environment. Juntos, permiten analizar el movimiento de la materia en las capas externas del Sol, lo que podría arrojar luz sobre fenómenos desconocidos, como posibles vórtices polares similares a los de Saturno y Venus.

Además, estas observaciones podrían esclarecer uno de los mayores misterios solares: el funcionamiento de su campo magnético. Actualmente, los modelos no logran predecir con precisión el momento y la intensidad de los picos de actividad solar, que siguen un ciclo de aproximadamente 11 años.

Uno de los hallazgos más llamativos hasta ahora es que el campo magnético en el polo sur solar se encuentra desordenado, con polaridades norte y sur coexistiendo, algo que solo ocurre durante los momentos de máxima actividad solar. Se espera que, tras la inversión del campo magnético, el Sol retorne a una configuración más ordenada en unos cinco o seis años, al llegar al próximo mínimo solar.

“La nave llegó justo a tiempo para observar este proceso crucial desde una posición privilegiada”, comentó Sami Solanki, investigador principal del instrumento PHI.

Con estas nuevas imágenes y datos, los científicos esperan no solo entender mejor el comportamiento magnético del Sol, sino también anticipar los efectos que sus tormentas pueden tener sobre la Tierra y la tecnología que depende del espacio.

Fuente: La Jornada

 

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