Alex Padilla confronta a Kristi Noem y es retirado a la fuerza en acto en Los Ángeles


 Estados Unidos

La tensión en California sigue en aumento, y este jueves dejó una nueva muestra con la breve detención del senador Alex Padilla, el primer y único senador latino del estado más poblado de EE. UU. El legislador interrumpió una conferencia de prensa de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional bajo la administración Trump, quien visitaba Los Ángeles para respaldar las polémicas operaciones de captura de migrantes indocumentados que han provocado protestas y disturbios durante seis días consecutivos.

Padilla denunció el trato recibido: “Si así responde el Gobierno a un senador que solo quiere hacer una pregunta, imaginen lo que sufren campesinos, cocineros y obreros en toda la ciudad”.

El senador se encontraba en el edificio del FBI en Los Ángeles, a la espera de una reunión informativa sobre las recientes redadas que han detenido a más de 300 personas en la zona metropolitana desde la semana pasada. Al enterarse que justo unos pisos abajo comenzaba una conferencia de Noem, decidió asistir para cuestionar la política migratoria.

Noem llevaba apenas cinco minutos hablando, defendiendo el despliegue de 4,000 guardias nacionales y 700 marines en Los Ángeles, cuando se escuchó un alboroto en la sala.

Cámaras captaron la escena insólita: varios guardaespaldas forcejeaban con Padilla, retirándolo a empujones mientras él insistía, “Señora, soy el senador Alex Padilla, tengo una pregunta para la secretaria…”. En el pasillo, agentes del FBI obligaron al senador a ponerse boca abajo y lo esposaron. Un colaborador de Padilla grabó todo y aclaró que la detención fue breve y que no fue arrestado formalmente.

Las imágenes se viralizaron de inmediato y provocaron fuertes críticas. Gavin Newsom, gobernador de California, calificó el hecho como “escandaloso, dictatorial y una vergüenza”. Recordó además que en cinco meses de presidencia, el Gobierno federal ha arrestado a un alcalde, una jueza y un líder sindical. “Si un presidente actuara así en otro país, lo llamaríamos dictador”, agregó.

Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes, también condenó el episodio en redes sociales, señalando que “no solo es un ataque contra un senador, sino contra la libertad de expresión en Estados Unidos. Esto envía un mensaje de que nadie está a salvo”.

Por su parte, Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, criticó a Padilla tildando su conducta de “infantil” y, apoyándose en un video, acusó al senador de lanzarse al podio ocupado por Noem y funcionarios del ICE. Dan Bongino, subdirector del FBI, defendió la actuación de los agentes como “apropiada”.

El Departamento de Seguridad Nacional sostuvo que Padilla eligió “un teatro político irrespetuoso” para confrontar a Noem y aseguró que el senador no se identificó, contradiciendo las imágenes que mostraron claramente lo contrario. Tras el incidente, Padilla pudo reunirse a puerta cerrada con Noem durante 15 minutos.

Senadores demócratas, como Catherine Cortez Masto (Nevada) y Ben Ray Luján (Nuevo México), exigieron la renuncia de Noem y denunciaron el abuso de poder. Luján afirmó que esta administración “dice ir tras criminales, pero en realidad persigue a sus oponentes políticos”.

Los demócratas interpretan la escena como una muestra más del autoritarismo del trumpismo y critican el silencio de los republicanos ante estos hechos.

Padilla, hijo de inmigrantes mexicanos indocumentados, ha denunciado la opacidad y dureza con que se realizan las redadas migratorias. Más de 300 personas han sido detenidas en las calles de Los Ángeles, pero solo una minoría tiene antecedentes penales.

El senador no es el único congresista que ha intentado visitar a los detenidos; varios representantes del centro de Los Ángeles han sido impedidos por las autoridades de ingresar a los centros de detención. Tras ser esposado, Padilla advirtió: “A este Gobierno le exigiremos cuentas”.

Fuente: El País

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