Estados Unidos
El empresario Elon Musk ha emitido su señal más contundente de ruptura con la administración de Donald Trump al criticar severamente la reciente reforma fiscal promovida por el expresidente, a la que calificó como un retroceso para los esfuerzos de austeridad impulsados por su propio equipo en el gobierno.
En declaraciones adelantadas por el programa CBS Sunday Morning, el CEO de Tesla y SpaceX expresó su "profunda decepción" con el nuevo paquete fiscal, al que acusó de aumentar el déficit federal y minar el trabajo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), órgano que dirigió hasta hace unas semanas.
“La aprobación de este enorme proyecto de gasto no solo incrementa el déficit, también sabotea lo que DOGE logró”, afirmó Musk, en una de sus declaraciones más duras hasta ahora contra la administración que él mismo respaldó financieramente en la contienda electoral del año pasado.
La Cámara de Representantes aprobó la reforma fiscal por un estrecho margen la semana pasada, marcando el primer gran triunfo legislativo del segundo mandato de Trump. La iniciativa, que ahora pasa al Senado, ha sido objeto de controversia por introducir recortes en programas sociales y proyectar un aumento de la deuda pública estadounidense de más de 3,3 billones de dólares en la próxima década.
“Un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso”, ironizó Musk durante la entrevista, “pero dudo que pueda ser ambas cosas a la vez”.
El magnate ha advertido en repetidas ocasiones sobre el peligro de ignorar el déficit, llegando incluso a afirmar que el país podría enfrentar una bancarrota si no se controlaba el gasto. La reciente reforma representa, a su juicio, una marcha atrás respecto a los ahorros que DOGE buscaba consolidar.
Musk, quien renunció a su cargo en DOGE el mes pasado para centrarse en sus empresas tras una caída en las ventas de Tesla, ha señalado que sus esfuerzos de ahorro fueron continuamente entorpecidos por la burocracia y los intereses legislativos. Asegura que DOGE logró generar ahorros por 175.000 millones de dólares, cifra muy inferior a los 2 billones inicialmente propuestos. Sin embargo, una investigación del Financial Times reveló que gran parte de ese ahorro no puede verificarse por errores contables y estimaciones infladas dentro del propio DOGE.
Este distanciamiento con Trump también se traduce en lo financiero: Musk, quien donó cerca de 300 millones de dólares a campañas republicanas en el último ciclo electoral, anunció que disminuirá considerablemente sus aportes políticos en el futuro, declarando que ya ha “hecho suficiente”.
Musk ya había tenido enfrentamientos previos con la administración Trump, particularmente con su equipo económico. En 2022 calificó al asesor comercial Peter Navarro de “imbécil” y expresó su oposición a los aranceles proteccionistas, defendiendo una política de libre comercio más agresiva.
Actualmente, Musk ha retomado su ritmo de trabajo intensivo, asegurando que está de vuelta “durmiendo en fábricas, salas de servidores y oficinas de conferencias” mientras enfoca su atención en revitalizar Tesla, SpaceX y la red social X.
La creciente crítica de Musk evidencia un punto de inflexión en su relación con el expresidente Trump, abriendo interrogantes sobre su rol futuro en la política estadounidense y su posicionamiento frente a los desafíos fiscales que enfrenta el país.
Fuente: Expansión
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