Por: Edson Báez
En la política moderna, la marca personal se ha vuelto un
punto clave en las decisiones, campañas y elecciones. Lo vimos claramente en
las elecciones recientes, donde la personalidad y la presencia mediática de los
contendientes jugaron un papel crucial en los resultados.
Los políticos ya no solo dependen de la estructura de sus
partidos o de la movilización de sus bases; ahora, su imagen, estilo de
comunicación y hasta su presencia en redes sociales son determinantes. En las
últimas elecciones vimos cómo la marca personal definió el éxito de muchos
candidatos locales. Aquellos que lograron establecer una conexión genuina con
los votantes, presentándose como figuras accesibles y comprometidas, obtuvieron
mejores resultados que aquellos que se apoyaron únicamente en la maquinaria
política tradicional.
La marca personal no se construye de la noche a la mañana;
es el resultado de una estrategia consciente que incluye desde el manejo de la
comunicación hasta la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Y es que en la era de las redes sociales, cualquier
detalle, por pequeño que sea, puede amplificarse. Los políticos que entienden
esto y se preparan para manejar su imagen con cuidado, sin dejar de lado la
espontaneidad que tanto valora el electorado, son los que tienen mayores
posibilidades de éxito.
Por eso, es importante que los políticos que buscan en 3,
5, 6, 7 o 10 años ser candidatos y luego ganar una elección, empiecen desde hoy
mismo con el posicionamiento de su marca personal.
Aquí van unos puntos clave a contemplar para realizar una estrategia con un poco de estructura:
- Narrativa clara y consistente.
Desarrolla una narrativa que cuente tu historia y que se alinee con los valores y propuestas que quieres transmitir. Esta narrativa debe ser sencilla y fácil de entender, pero lo suficientemente poderosa como para resonar con los votantes. Mantener esta narrativa consistente en todos los canales es crucial.
- Presencia en redes sociales.
Las redes sociales son un escaparate poderoso para la marca personal. Es importante estar activo en las plataformas donde se encuentra tu público objetivo, compartiendo contenido relevante, interactuando con los seguidores, y mostrando tanto el lado profesional como el personal, para humanizar la figura política.
- Comunicación clara y efectiva.
La manera en que se comunica un político, tanto en
discursos como en entrevistas, es clave para consolidar su marca personal. Se
debe priorizar un lenguaje claro, directo, y que refleje los valores y la
personalidad del político. Evitar el lenguaje técnico o burocrático ayuda a que
los mensajes sean más accesibles.
- Consistencia visual.
La imagen visual también es parte de la marca personal.
Esto incluye desde el estilo de vestimenta hasta el diseño gráfico utilizado en
la campaña. Una estética coherente y profesional ayuda a fortalecer la
identidad visual del político y a hacer su marca más reconocible.
- Posicionamiento Diferenciado.
Es vital destacar qué hace al político único frente a sus
competidores. Identificar y resaltar las diferencias en experiencia, enfoque, o
propuestas ayuda a crear una identidad diferenciada que los votantes puedan
reconocer y valorar.
Construir una marca personal sólida en política es un
proceso que requiere tiempo, esfuerzo, y una estrategia bien definida. Quienes
lo logran, suelen tener una ventaja competitiva significativa en un entorno
cada vez más centrado en la figura del individuo más que en las instituciones.