La tensión entre Ecuador y México alcanza su punto álgido con el asalto a la embajada mexicana en Quito, desencadenado tras la concesión de asilo al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas por parte de México. En una comparecencia ante la Corte Internacional de Justicia, el Embajador ecuatoriano en los Países Bajos, Andrés Terán Parral, afirmó que México carece de evidencia coherente sobre los acontecimientos y defendió la actuación ecuatoriana como una medida necesaria para llevar a Glas ante la justicia.
Terán Parral instó a la Corte a rechazar las medidas cautelares solicitadas por México, argumentando que Ecuador ha protegido el patrimonio diplomático mexicano y ha buscado una solución pacífica al conflicto de manera bilateral. Destacó que se han ofrecido garantías voluntarias en dos ocasiones para evitar la escalada del conflicto.
Expertos internacionales respaldaron la posición ecuatoriana, señalando que México ignoró repetidas solicitudes de diálogo desde diciembre, cuando Glas solicitó asilo. Se detalló que se intentó en tres ocasiones ingresar a la embajada mexicana sin consentimiento, sin éxito.
Ecuador enfatizó que Glas había sido condenado por delitos graves en 2022 y que se encontraba en libertad condicional cuando se refugió en la embajada mexicana, argumentando que México violó tratados internacionales al actuar en contra del marco jurídico convencional.
En respuesta, Ecuador presentó una demanda contra México ante la CIJ, acusándolo de violar varios tratados internacionales, incluida la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención Interamericana contra la Corrupción de 1966.
El veredicto sobre las medidas cautelares se espera en dos o tres semanas, mientras que la decisión sobre la demanda de Ecuador podría tardar meses. La situación continúa en desarrollo.
Fuente: Milenio
