El exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, intentó crear una narrativa de héroe desde sus redes sociales



Colombia 

Al estilo de los comics o mangas japoneses, donde héroes fantásticos luchan contra hordas de villanos, Daniel Quintero hizo hasta lo imposible por montar una imagen de salvador de Medellín haciendo de las redes sociales una trinchera y de la mentira su más importante estrategia.

De hecho, este mismo diario ha documentado toda una estrategia de bodegas hechas para reproducir la narrativa de la administración mediante cuentas falsas, buena parte de ellas originadas en otras partes del mundo.

Así mismo, hay evidencias de contratos realizados a través de la agencia de medios de TeleMedellín y que benefician a medios de comunicación pequeños, con audiencias reducidas y contenidos caducos, asentados en la web, todo para que hablen bien del alcalde y distribuyan a diestra y siniestra su narrativa llena de mentiras e imprecisiones, sin cuestionarla o someterla a verificación.

En ese orden de ideas, tal vez la falsedad más grande que montó desde su candidatura Quintero fue la de ser un aspirante independiente y alternativo a la política tradicional, con la que conquistó a miles de votantes de centro y de izquierda.

Una afirmación difundida desde campaña y que repitió hasta el cansancio, incluso en el video que colgó hace unas horas para explicar su renuncia, fue que se presentó a la alcaldía para luchar contra la corrupción del empresariado tradicional que había saqueado la ciudad a través de grandes obras como Hidroituango, cuando la realidad es que hasta ahora no ha habido autoridad que demuestre robos en ese proyecto, y en cambio no ha habido administración en los últimos tiempos más cuestionada por líos de corrupción que la de Quintero.

Otras mentiras gigantes han versado sobre asuntos tan importantes para Medellín y la región como la reducción de las tarifas de energía, el manejo de EPM y Tigo-Une, así como del programa Buen Comienzo que busca el desarrollo adecuado de niños de escasos recursos.

Las encuestas hacen evidente que aun con toda la maquinaria del presupuesto público de Medellín usado a su antojo, Quintero no logró posicionar esa narrativa de mártir y héroe, pues su descenso en la popularidad fue estrepitosa, hasta ubicarse en un 65 por ciento de desaprobación de los ciudadanos a su imagen, según la encuesta de Invamer Poll de agosto pasado.

¿Quintero independiente?

Existen evidencias de que nada está más alejado de la realidad que la naturaleza independiente de Quintero, pues este no solo inició su camino en la política de la mano de políticos de viejo cuño -fue gerente de iNNpulsa y viceministro de las TIC cuando el ministro era David Luna (Cambio Radical).

Además, se saben sus cercanías directas con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y con el expresidente liberal César Gaviria. Tan es así, que en marzo del año pasado, Quintero esperó los resultados de las votaciones para el Congreso en Bogotá, en la casa de Gaviria.

Y ni qué hablar de la alianza con el exgobernador Luis Pérez, un político cuestionado por presunta corrupción durante sus administraciones en Medellín y Antioquia y que ha tenido cuotas de poder en la administración actual.

Fuera de eso, quien ahora sucederá a Quintero es Óscar Hurtado, un gamonal de Tarso que ha sido alcalde, diputado y Representante a la Cámara por el partido liberal, y que mantiene sujetado el poder de su municipio a través de amigos y familiares.

Fuente: El Colombiano

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Bestiario Político No. 72