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Redacción Sufragio
El mundo de la música siempre ha sido un campo de batalla en el que numerosos artistas aspiran a conquistar las cimas de las listas de reproducción en plataformas como Spotify y Apple Music. Sin embargo, la realidad es implacable: menos del 4% de las nuevas canciones lograrán hacer eco en las listas de éxitos. Pero, ¿qué despierta la chispa en esas canciones que se elevan sobre las demás? Un reciente estudio sugiere que la inteligencia artificial, en forma de aprendizaje automático, podría revelar el enigma emocional detrás de los grandes hits.
La Claremont Graduate University, ubicada en el corazón de Los Ángeles, lidera esta investigación innovadora. Su enfoque combina sensores convencionales, como los que adornan los relojes inteligentes, con la maravilla del análisis neurofisiológico.
Alrededor de 33 voluntarios se sumergieron en el experimento, escuchando 24 canciones cuidadosamente seleccionadas por expertos de una plataforma de streaming. En este surtido, 13 temas eran auténticos éxitos, acumulando más de 700,000 reproducciones, mientras que el resto luchaba por alcanzar el mismo reconocimiento. Los investigadores evaluaron las respuestas cerebrales de los participantes, centrándose en las señales vinculadas a la atención y la emoción, reveladas a través de la liberación de dopamina y oxitocina. Estas respuestas, en sí mismas, se convirtieron en la llave que desbloquea el misterio de por qué ciertas canciones tocan nuestros corazones.
El profesor Paul Zak, figura principal de este empeño científico, argumenta que mientras las personas pueden atribuir rasgos como ritmo y tono al describir sus preferencias musicales, los motivos subyacentes permanecen oscuros incluso para la mente consciente. Pero el cerebro parece tener sus propias razones, y aunque no podamos articularlas, estas razones influyen en lo que consideramos "bueno".
El estudio no solo aporta entendimiento, sino resultados concretos. Un modelo estadístico alcanzó un respetable 69% de precisión en la predicción de éxitos musicales. No obstante, cuando la inteligencia artificial se sumó a la ecuación, el porcentaje se catapultó al impresionante 97%. Incluso al analizar solo el primer minuto de una canción, el método logró una asombrosa exactitud del 82%.
No obstante, los investigadores son los primeros en admitir las limitaciones de su estudio, que incluyen la cantidad limitada de canciones evaluadas y la diversidad demográfica de los participantes. A pesar de estos obstáculos, la metodología podría tener un impacto en otros campos del entretenimiento, como el cine y la televisión, lo que podría revolucionar la industria del entretenimiento en su conjunto.
Aunque las plataformas de streaming ya cuentan con sus propios métodos de recomendación, basados en algoritmos y el comportamiento del oyente, este enfoque neurofisiológico agrega una dimensión emocional que podría marcar la diferencia. Melanie Parejo, una ejecutiva de Spotify, explica que su plataforma combina diversas técnicas de aprendizaje para sugerir canciones, pero el enfoque propuesto podría llevar esta personalización a niveles sin precedentes.
Entonces, ¿podría esta técnica revolucionar la creación musical? Los expertos tienen opiniones encontradas. Si bien podría ayudar a artistas emergentes a comprender mejor cómo llegan a las audiencias, el consenso es que el acto creativo fundamental seguirá siendo humano. Mientras tanto, el avance implacable de la inteligencia artificial podría dar lugar a un futuro en el que las máquinas, nutridas de éxitos pasados, puedan generar nuevas melodías que hagan vibrar a las masas.
Así, en un mundo donde la ciencia y el arte convergen, la música podría encontrar nuevas formas de llegar a nuestros corazones, más allá de lo que podemos expresar conscientemente.
