Elecciones presidenciales 2024 con financiamiento histórico de 10 mil mdp



 México

Redacción Sufragio

Las elecciones presidenciales, eventos fundamentales para la vida democrática de la nación, se visten con un aire de magnificencia económica que asombra. Los siete partidos políticos con registro nacional, protagonistas de la contienda, se encuentran al borde de un despliegue de recursos sin igual, con una bolsa que roza los límites de la imaginación: casi 10 mil millones de pesos.

Este monumental financiamiento, cifra inigualable en la historia electoral del país, encuentra sus raíces en un complejo entramado de factores. En primer lugar, el aumento exponencial del padrón electoral ha inflado las arcas partidistas de manera significativa. Con una cifra de inscritos que se alza en 98 millones 075 mil 053 personas registradas al cierre de julio de 2023, el poderío numérico de la ciudadanía se traduce en un respaldo financiero sin igual para los partidos.

Pero la ecuación no termina ahí. El incremento de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), un indicador esencial en el cálculo de prerrogativas partidistas, se alza como otro protagonista en este escenario. La UMA, portadora de un valor diario que refleja la realidad económica del país, juega un papel crucial en la asignación de recursos. Con su valor situado en 103.74 pesos, el 65% de este monto se convierte en un torrente de financiamiento que fluye hacia los partidos, dando forma a una cifra monumental.

Así, el telón se alza sobre un despliegue financiero sin igual: 6 mil 613 millones de pesos dedicados a actividades ordinarias y 3 mil 306 millones de pesos destinados a los embates de la campaña política. Esta bolsa, cercana a los 10 mil millones, redefine los límites del gasto público en el ámbito político, dejando a su paso un rastro de interrogantes sobre la priorización y distribución de los recursos.

El panorama se divide en dos vertientes: un 30% de la bolsa total destinada a gasto ordinario se divide equitativamente entre los siete partidos, generando alrededor de 283 millones de pesos para cada uno. Por otro lado, el 70% restante se distribuye proporcionalmente, otorgando un favoritismo financiero a los partidos mayoritarios basado en los resultados de la última elección federal.

Morena, como el partido que obtuvo la mayor cantidad de votos en 2021, emerge como el receptor principal de esta lluvia de recursos. Los cálculos dan forma a una asignación financiera colosal: 2 mil 042 millones de pesos dedicados a actividades ordinarias y un adicional de mil 021 millones para la arremetida campañista, totalizando 3 mil 063 millones de pesos.

Las cifras convierten a las elecciones de 2024 en las más costosas jamás vividas en el ámbito federal. El despliegue de recursos, aunque cuestionable en su magnitud, representa una dualidad fundamental en el escenario político. Mientras la financiación pública fluye hacia los partidos, también se abre un abanico de reflexiones sobre la eficiencia y transparencia en el uso de estos recursos, delineando así el paisaje de la democracia en un México en constante cambio y evolución.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Bestiario Político No. 72